Lado de Manuel:
Aparentemente la zona comercial había sido prácticamente abandonada. Manuel caminaba al frente del grupo con cautela para no llamar la atención; y el padre de Damián vigilaba la parte trasera del grupo...
Al escuchar una discusión al otro lado de la calle, se detuvieron.
Manuel hizo señas para comunicarle al resto del grupo y empezaron a escuchar
Ricardo: ¡HÉCTOR!, tenemos que ir a la puerta...
Héctor: en la puerta ya se encuentra Jonatan y César, también escuché que Víctor llevó a Claudio, no me necesitan en el frente; mi labor es más importante...
Ricardo: ¡CALLATE!, TU OPINÍON NO TIENE NINGÚN VALOR...
Ricardo sacó una pistola y le apuntó a Héctor: Es una orden, vámonos
Ricardo: El único motivo por el cual eres el único miembro del gobierno anterior, es porque nos faltan médicos, no te quieras pasar de engreído
Héctor: la legión es una estupidez, sigues a un líder vacío y con ideales de mierda, ninguno de ustedes sab...
Ricardo le acercó la pistola a la cara y lo miró amenazante y con determinación
Héctor: es inútil, no tienes lo que se necesita... simplemente no puedes matarme, dale, dispara...
Ricardo escuchó un ruido proveniente del grupo de Manuel y disparó sin pensarlo...
La bala no le cayó a nadie, pero fue suficiente para alertar a todo el grupo.
Ricardo: hay una cantidad considerable de personas tras esas casas; ¡HÉCTOR! Vienes o te quedas...
Ricardo: sabes, ya no me importa.
Ricardo giró rápidamente de vuelta a Héctor y le apuntó con la intención de disparar, Héctor desvió el arma y evitó el impacto...
El arma se disparó, pero falló en darle, Manuel al ver el conflicto, vio la oportunidad de atrapar a Héctor, y usarlo para su conveniencia.
Ricardo: ¡eres un traidor de mierda!
Los guardias acompañantes de Ricardo le gritaron para retirarse, pues vieron a toda la mancha de gente que se acercaba.
Ricardo al voltear ya tenía a todo el grupo de Manuel al frente; mueve su mano bruscamente para que Héctor suelte el arma y dispara a quemarropa.
Las balas fallan, pero logra soltarse...
Héctor empieza a huir entre los puestos de venta evitando las balas...
Manuel: No dejen que escape.
Se dividen en dos grupos; Manuel persigue a Héctor, lo intercepta y lo "captura" con gran facilidad; el grupo de Damián y su padre van con el objetivo de espantar a Ricardo y los suyos...
Ricardo se ve en la obligación de retroceder a la zona del viejo ayuntamiento.
Manuel empieza un interrogatorio, y se sorprende con la cooperación que presenta Héctor, siendo capaz de ofrecer su ayuda por el bien del grupo.
Empiezan a mover algunos puestos y en una mesa recuestan a Damián y otros heridos...
Héctor empieza a tratar sus heridas y a comunicarse con Manuel
Manuel: ¿Por qué nos ayudas?
Héctor: esta es la rebelión que estaba esperando, no hay otro motivo
Manuel: ¿Estabas esperando?
Héctor: No es algo complicado, nunca estuve a favor de la legión ni de sus creencias...
Manuel: yo nunca lo entendí, cual es el objetivo de la "legión"
Héctor: para empezar, ¿tú eres?
Manuel: Mi nombre es Manuel, estoy al mando de la rebelión
Héctor: ya veo, supongo que gracias...
Manuel: ¿En qué cree la legión?
Héctor: eso, es algo que te diré cuando este desocupado...
Manuel: ...
Manuel se alejó de Héctor y dejó que el padre de Damián lo vigile; se acerco a ver a todo el grupo y se aseguró de que todos estén bien.
Fue a ver al niño y se quedó con él por un tiempo...
Ricardo y su grupo esperaron una hora para poder pasar por la zona comercial; no podían quedarse ahí y tenían que pasar si o si por ahí para llegar a la puerta.
En un descuido del grupo de Manuel, Ricardo y sus acompañantes pasaban sigilosamente.
Pero Ricardo en su molestia, vio la oportunidad de dispararle a Héctor
Ricardo: "de esta no te salvas mal nacido"
Apunto y disparó...
La bala pasó al lado de Héctor he impacto en la espalda del padre de Damián mientras él le cambiaba el vendaje a su hijo.
Ricardo: "mierda era mi última bala"
Todo el grupo de Manuel se alertó, Ricardo y los suyos huyeron hacia la puerta, el papá de Damián cayó de rodillas al costado de su hijo.
Damián veía todo, y su impotencia lo hacía gritar.
Rápidamente Héctor levantó al señor y lo subió en la mesa, lo volteó para ver su espalda y...
Su rostro palideció, en la cara de Héctor se podía ver la tristeza de alguien que no puede hacer nada.
Manuel corrió a donde Héctor y fue el primero en saber que el caso no podía ser tratado.
Manuel susurrando: pero ¿no hay nada que puedas hacer?
Héctor: no tengo los instrumentos para tratar esto aquí, y el cuartel seguro está lleno de enemigos...
Manuel: "Mierda, esto es mi culpa, como pude ser tan descuidado"
El niño, al escuchar los gritos incontrolables de Damián, se dirige a abrazarlo
El niño en voz muy muy baja, titubeante y con lagrimas en los ojos: tr.. tran... tranq...tranquilo
por los escandalosos gritos de ira, nadie pudo escucharlo, ni siquiera el mismo Damián.
Pero, tanto el niño como Damián rompieron en llanto y sus gritos resonaron por toda la zona comercial...
ESTÁS LEYENDO
DISTOPÍA
De Todo¿Quién diría que sobrevivir en el apocalípsis fuera tan complicado? Pues preguntémosle a Jack... una mañana simplemente el mundo dejó de funcionar, un fuerte estruendo trajo consigo la obscuridad, y la vida como se conocía dejó de existir. El mundo...