Capítulo 3 "Mas allá de la roca"

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Al caer la noche, preparamos todas nuestras cosas para salir a primera hora en la mañana.

Ese día desperté exaltado de madrugada, y pude observar a Rei despierta; parecía estar escribiendo algo en un cuaderno, no le presté mucha atención.

Salí a tomar un poco de aire, "Maldición ya tengo suficiente con esto para estar teniendo pesadillas", después de unos minutos ella también salió.

Rei: ¿estas bien?

Jack: si, solo estaba pensando...

Rei: entiendo, quizás estas preocupado por la exploración de mañana.

Jack: si..., pero no estaba pensando del todo en eso.

Rei: a, ¿no? Y entonces, ¿en qué pensabas?

Jack: no estoy seguro, tengo demasiadas preguntas que no tienen respuesta y sobre todo siempre estoy aterrado, ¿no tienes miedo de lo que pueda pasar siempre?

Rei: si tuviera tiempo para preocuparme por el miedo, me olvidaría de vivir en paz y estaría tensa todo el tiempo; es normal, no te culpo por tener miedo, ya te calmarás.

Jack: pero...

Rei: la vida es demasiado corta como para vivir con miedo siempre ¿no crees?

Jack: tienes razón, no tengo tiempo para pensar en estas cosas, pero siempre hay tiempo para tener crisis existenciales.

Rei: deberías descansar, mañana será un buen día.

"No es solo eso Rei. En mi mente guardaba una gran preocupación, nunca se me había pasado por la cabeza verla morir, y la pesadilla de hoy no me iba a dejar tranquilo todo el día de mañana".

Al amanecer hacia algo de calor, era un día tranquilo y las aves cantaban; todo parecía pronosticar tranquilidad.

Salimos lentamente de la cabaña, nos detuvimos, miramos el refugio un segundo y seguimos adelante, pasamos por los lugares que ya conocíamos, observábamos a los alrededores por si encontrábamos algún animal que nos sirva de alimento.

Sin embargo, la zona estaba completamente vacía, no pudimos encontrar ni un solo animal; luego de un rato llegamos hasta la roca con forma de maní, nos detuvimos y luego de 5 minutos de "¿pasamos?, no, mejor no, quizás mañana", nos decidimos por ingresar...

Pasaron 20 minutos y no teníamos rastro de ningún animal, hasta que por suerte pude observar con el rabo del ojo un venado a unos 30 pasos de distancia. Por dentro yo estaba rebosante de alegría, "no comía carne diferente desde que me desperté".

Mi entusiasmo se podía notar simplemente con ver mi rostro, pero se contrastaba realmente con la seriedad de mi compañera, Rei.

Rei susurrando: no te emociones tanto, se nos puede escapar, hay que estar tranquilos.

Jack susurrando: lo sé, no tenemos que hacer movimientos muy bruscos, pero ¿cómo lo atrapamos?

Rei susurrando: no tenemos trampas en esta zona, lo único que podemos hacer es lanzarle piedras o sorprenderlo y arrinconarlo.

Jack susurrando: no parece haber rincones.

Rei susurrando: solo hay que darle un buen golpe en la cabeza.

planeamos una estrategia muy elaborada, ella lo rodeo un poco para así ambos poder atacarlo por dos lados, yo ya estaba preparado para atacar en cuanto salga corriendo....

Ella empezó a contar hasta 3 con los dedos para dar la señal de ataque...

Rei: 1...,2....

¡¡BANG!!

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