Capítulo 18: "Peligroso encuentro en la oscura y fría villa"

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*Todos se reúnen en el centro de la sala*

Manuel al ver acercarse a Rey y a Damián, les pide que se sienten y que esperen a que él desarrolle una estrategia.

Rey (molesta): ¡no nos excluyas, también formamos parte de esto!

Damián miró en silencio a Rey y luego volteo la cabeza a Manuel, como si fuera a decirle algo; no obstante, solo permaneció en silencio.

Manuel: Rey, ni tu ni Damián están en condiciones de planificar nada, me parece una estupidez que Héctor les haya pedido que creen la estrategia, ustedes descansen por ahora, ya han pasado por mucho.

Damián: ...

Rey: ¿acaso crees que somos inútiles? ¡Que imbécil!

Manuel: mira, no tengo tiempo para estar peleando contigo; y no hay nada más inútil que pelearnos entre nosotros, por favor ve a descansar.

Damián: ¡BIEN!

*agarra el brazo de Rey y la jala con los demás para que se siente*

Rey: ¡suéltame! Yo iré por mi cuenta... (mira con desprecio a Manuel y se aleja)

Manuel: uff, bueno; Moisés tengo una idea...

Héctor: ¿y si nos dividimos?

Moisés: no; debemos ir todos juntos.

Manuel: pero de esa forma llamaremos mucho la atención...

Jonás: yo estoy de acuerdo con dividirnos.

Manuel: podemos hacer pequeños grupos de 5 e ir avanzando poco a poco.

Moisés: somos alrededor de 22 personas...

Manuel: 4 grupos de 5 y en la retaguardia 2.

Jonás: listo, ¿todos conformes?

Todos: si

Manuel: ¡MUY BIEN, ESCUCHEN TODOS...!

*Después de explicar el plan, se formaron los grupos*

-Manuel y cuatro más al frente.

-Héctor, Jonás, David y 2 más iban segundos.

-Rey, el niño, y tres compañeros más.

-Cinco personas vigilaban la parte trasera y al fondo se encontraban Moisés y Damián.

Manuel: todo listo chicos, yo creo en todos ustedes y sé que lo lograremos, no se separen de su grupo y si necesitan ayuda no duden en pedirla a los demás.

Al salir, todos avanzaron en dirección al cuartel de cesar, lentamente y esperando la señal del primer grupo para poder avanzar seguros.

Al pasar unos minutos, Ricardo desde la lejanía y escondido, los observaba, guardando profundo silencio, pues la creatura aun lo asechaba...

Así mismo, no paso mucho tiempo para que la bestia descubra a los grupos...

El equipo de Manuel fue el primero en sufrir los ataques; al principio fue una sensación de terror psicológico pues lo primero que llegaron a escuchar fue un estruendoso grito desgarrador en la oscuridad, siendo complicado ver por intensidad de la nieve y la abrumadora obscuridad de la madrugada.

Inmediatamente Manuel ordenó a todos a ocultarse en las casas cercanas.

Compañero de Manuel 1: ¡¿qué mierda es eso?!

Manuel: donde estas, ¿qué es qué?

Compañero de Manuel 1: AHhgAAHghahAhAG

El indistinguible sonido de carne desgarrándose aterrorizó a Manuel

Manuel: mierda, vámonos, ¡¡¡todos a dentro!!!

Tres de su equipo desaparecieron y él logro encerrarse con solo uno de sus compañeros.

El equipo 2,3 y 4 pudieron ocultarse con mucha mas facilidad

Jonás: ¡que mierda ha sido eso!

Héctor: ¡cállate! Shhh

Héctor *susurrando*: no hagan ningún ruido.

Rey, por su parte cargó al niño y entro en una casa diferente a la del resto de su grupo.

Los demás se encerraron en otras casas...

Desafortunadamente, la casa en la que se ocultó Damián era la misma en la que se encontraba Ricardo.

Damián al darse cuenta de su presencia no duda un segundo y se abalanza contra él, siendo detenido a duras penas por Moisés quien en busca de guardar silencio termina enmudeciendo a Damián para que se tranquilice.

Moisés *susurrando* : Damián cálmate, no es momento para hacer ruido, nos van a descubrir.

Damián: uuhsg- ah, eso no importa viejo, ya nos vio Ricardo.

Ricardo: shhh cállate, nos va a ver.

Damián: ¿de que estas hablando?, mierda

Ricardo: solo cállate, ¿no escuchaste ese grito?

Moisés: de que estas hablando, ¿Qué está sucediendo?

Ricardo: ustedes solo cállense que...

Un fuerte ruido se escuchó por el techo, alguien estaba tratando de entrar por arriba.

Ricardo empezó a caminar lentamente con dirección a la puerta.

Damián: ¡qué haces imbécil!; Moisés, es obviamente una trampa.

Ricardo no dijo nada y siguió avanzando.

En eso, el ruido se detuvo y todos se calmaron

Ricardo *susurrando*: hay algo ahí afuera y si no quieres morir cállate.

En ese preciso instante, la ventana se rompió y la bestia jalo por sorpresa a Ricardo de las piernas, mientras él trataba de sostenerse de Moisés; Damián golpeo las manos de Ricardo y la creatura, lo manda a volar contra la nieve

Damián y Moisés: "¿qué es eso?"

La bestia persigue a Ricardo por la nieve, lo golpea y lo empuja. Hasta que está a punto de devorarlo; pero en eso, el estruendo de un balazo llama la atención de la bestia y deja a Ricardo muy mal herido.

...      

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