•19•

11.9K 1.1K 96
                                    

P.O.V Jungkook

Tenía a Jimin encima mío, sus piernas a mis costados y sus labios moviéndose con lentitud junto a los míos. Ya habían pasado unos cuantos minutos desde que lo besé y desde allí que no nos hemos soltado. Él es como una droga y la más adictiva de todas. Me dan ganas de saber qué más hay si sigo consumiendola. Quería pasar sus manos por todo su cuerpo, pero eso sería ir muy rápido para él, es por eso que acaricié su cintura y cadera una y otra vez. Sus curvas eran increíbles.

De pronto, cuando lo besé con un poco más de intensidad y más labio inferior, él gimió muy despacio contra mis labios. Mi cuerpo reaccionó con rapidez por aquella dulce melodía. Lo escuché y estoy seguro que él se dió cuenta de ello por la forma en que se separó con lentitud de mí.

— L-Lo siento... —dijo muy bajito. Bajé mi vista a sus labios y sonreí por ver el color que adquirió por tanta fricción.

— No pidas perdón, precioso —sonreí y moví mi dedo de arriba hacia abajo por su mejilla con lentitud—. ¿Estás seguro que es la primera vez que besas?

— S-Sí... ¿Tan mal estuvo? —preguntó abriendo sus ojos como dos platos.

Tierno.

— Claro que no, cabello de oro —aseguré acariciando su espalda—. Me encantó. Pero debemos parar por hoy... No quiero que mi cuerpo reaccione mal en un momento como éste.

— O-Oh. OH.

Entendió.

— Claro, entiendo. Seguro —dijo tomando el lóbulo de su oreja.

— Solo respóndeme una cosa, ángel —Jimin recostó su cabeza en mi pecho mientras seguía encima mío. Su peso era muy ligero, no me molestaría tenerlo veinticuatro siete así.

— ¿Qué cosa?

— ¿Superé tus expectativas de un primer beso?  —Él me miró fijamente levantando su cabeza hacia mí. Levantó ambos labios hacia mí y le dí un tierno beso—. ¿Eso es un sí?

Él no dijo nada, no quería hablar. A cambio, arrugó su nariz y asintió tres veces mientras sus mejillas volvían a ese color que tanto adoro. Cada vez que se pone nervioso, su rostro se vuelve de un color carmesí. Me gusta dejarlo así. Es tierno.

— Que bien entonces... Porque no me cansaré.

— ¿H-Huh?

— Park Jimin —tomé de su mentón y lo acerqué a mis labios—. No sé cómo lo haré

para aguantarme las ganas de besarte cuando te vea en las duchas.

— ¿P-Por qué deberías aguantarlas cuando puedes hacerlo?

Oh.

¿Acaso eso era un desafío?

Entiendo que es un chico gay en un closet y que confía lo suficiente en mí para que yo no lo obligue ni apure a salir de él; sin embargo, cuando él dice cosas así, no me queda otra opción que darle el gusto y hacer lo que me pide.

Park Jimin estoy de rodillas ante tí.

— ¿Me estás desafiando, cabello de oro?

— Sé que c-cuesta creerlo —dijo mirándome con ternura—. Pero... Sí quiero que me beses estando ahí.

— No me cuesta creerlo. Lo que me cuesta creer es que tus besos sean tan exquisitos y solo yo he sido cómplice de ello.

— ¡Ya, basta! —rió ocultando su rostro en mi pecho—. Estás mintiendo.

— Claro que no —Tome gran parte de su cuerpo y lo jalé aún más hacia mí—, Eres increíblemente precioso y besas bien. Muy bien. Deberías creerlo.

Till I Met You 🏀 - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora