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— E-Es por eso que me arrepiento tanto. Suenta tonto lo sé, pero no estoy listo para salir del closet... Sé que soy gay, lo sé muy bien... P-Pero tengo miedo, tengo mucho m-miedo.

— ¿Miedo al rechazo?

— Es una lista interminable de temores... —agregó sin mirarlo. Él seguía bajo las mantas.

— Yo también sentí miedo, ¿Sabes? Y lo sigo sintiendo. Vivir en un mundo donde amar es un delito. Donde no está bien visto en muchas religiones, aún la gente me señala con el dedo... Los temores están siempre, Mimi... Pero es importante que tú seas feliz.

— Soy feliz dentro del closet —dijo sorbeteando su nariz nuevamente—. Aquí nadie hablará mal d-de mí, tampoco estoy pendiente del qué dirán y mi familia no me mirará como un bicho raro.

— Tu familia te apoyará y lo sabes.

— ¡N-No lo sé, Taehyung! Una madre puede amar mucho, ¿pero, apoyar? No lo creo. Amo a mi madre, pero estoy s-seguro que ella aún espera a que entre con una chica por la puerta. Dentro del closet estoy seguro de que terminaré mal por las malas palabras y muchos dedos apuntándome. Eres valiente y te admiro, pero yo no lo soy... —Jimin quitó su rostro de las mantas y lo miró fijamente. Esta vez, sus ojos aún más rojos debido a tanta lágrima derramada—. No debí b-besarlo cuando apenas sé su nombre. No debí besarlo c-cuando aún no estoy listo para ser yo mismo...

Taehyung apretó sus labios al sentir lágrimas humedecer sus mejillas. Pudo sentir la pena del rubio y más porque él ha estado en esa posición, con la diferencia de que sus padres lo apoyaron abiertamente. El castaño llevó la cabeza de Jimin a su pecho y lo abrazó con fuerza, pero no la suficiente para apretarlo, sino, para darle el amor que necesitaba.

— Cuando salgas de ese closet que te protege... Estaré esperándote, lo juro... Quiero que seas feliz, Jimin. Eso es todo lo que pido.

— L-Lo soy —dijo cerrando sus ojos—. Lo juro que lo soy.

Pero eso era una mentira más.

Mientras tanto...

— Buenas noches papá —dijo Jungkook caminando hacia su habitación con muchísimo ánimo—. Dulces sueños, madre preciosa.

—  ¿Y a tí qué bicho te picó? —preguntó su padre bajando el periódico.

— Nada, no te preocupes. El entrenamiento estuvo buenísimo.

— ¿Ah, si? Espero que no se detenga. Ya se viene la temporada de partidos y necesitas estar en buen estado y con ese mismo ánimo para la beca.

— Shhh, mamá. No te preocupes, estoy excelente y en el entrenamiento del sábado estaré aún mejor —Jeon hizo un guiño antes de irse a su habitación y sonrió en grande.

Normalmente estaría con cara larga escuchando las peticiones de sus padres acerca de entrenar más y esforzarse el triple, pero ahora su mente estaba ocupada con un chico de cabello rubio y mejillas ruborizadas.

No lo podía sacar de la mente y eso lo odiaba.

Jungkook suele estar con chicos y chicas, pero jamás es algo serio. Él estuvo en una relación y por la mala experiencia, decidió no tener otra. Prefirió el "pasarla bien" y nunca llegar a esa etapa de tener un corazón roto.

No quería eso.

Por eso mismo, se veía de vez en cuando con un chico de Volleybal para quitar el estrés con sexo. Donde sea y cuando sea. Ahora estaría pensando en hablarle para coordinar la siguiente junta; no obstante, él tenía otros planes.

Till I Met You 🏀 - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora