Acto IV

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Luego de aquel fin de semana, en la universidad los exámenes de fin semestre estaban a la orden del día, muchos estudiantes incluso tenían termos de café en las manos, señal que no dormían bien por estudiar y así mantenerse despiertos en las clases.

Edmund estaba tranquilo pues aprovechaba siempre sus tiempos libres para estudiar o repasar lo que hubo en clases tenía la idea de no decepcionar a sus padres y eso lo mantenía en una buena disciplina constante.

-vaya tu no te ves nervioso- lo miro Amy- acaso traes un acordéon?- susurro viendolo sospechosamente

-claro que no- lo dijo con obviedad

-edmund si estudia a deferencia de ti niña- se burló Johan

-ah si? Y tú si estudiaste?- lo miro incrédula

-claro que no pero de mi no estamos hablando- dijo obvio dando un sorbo a su café.

Edmund negó con la cabeza mientras entraban a la universidad

-tiempo de perderlo- dijo con burla Johan al ver que venía hacia la salida _______

Edmund la noto y en ese mismo momento fue con ella- _____!-

-te lo dije- ambos sonrieron

-oh hola chicos- sonrió amablemente hacia los tres pero hacia unos días que con edmund se ponía nerviosa

-hola _____- saludaron ambos- luego te vemos -guiño el ojo Johan y camino con Amy dejándolos solos

-se traen algo?- pregunto la castaña

-solo son asi- se encogió de hombros- como te fue?

-bien gracias estuvieron bueno algo pesados pero nada que no se solucionará, y tú? Estás listo?- lo miro un poco

-siempre lo estoy- dijo con orgullo haciéndola reír

-eso está bien, bueno voy a mi trabajo te veo en casa si?- sostuvo su mochila con firmeza.

Calmate...

-esta bien- contesto edmund y luego de pensarlo por dos segundos se acercó y beso su mejilla- ten cuidado

-ah... Si- dijo con un leve sonrojo- tu también - sonrió y caminaron en sentidos opuestos pero por alguna razón se detuvo y miro hacia atrás para verlo al mismo tiempo que Edmund lo hacía, haciendo que sonriera así que sacudió su mano hacia él mientras que él solo la alzó para luego irse ambos a su respectivo destinó.

Desde hace días actuamos así... Porque...

No hay que martirizarce solo siguen siendo ustedes

Cierto... Pero siento la necesidad de darle algo por su consideración apenas nos conocemos de tres meses y medio...

Si tanto quieres comprale algo le gustan las espadas no?

Gran idea!.

Durante su hora de comida de su trabajo se dirigió a aquella tienda medieval, eran algunas cosas extrañas las que había ahí, había notado que también Peter observaba aquella tienda como si recordará algo pero no le había preguntado, cuando entro noto que había de todo tipo de espadas y escudos, armaduras, algunas banderas y otro tipo de armas.

Vaya que si es todo un mundo...

-buscabas algo en especial?- pregunto el señor que atendía el lugar con amabilidad.

-eh si buscaba alguna espada... Pero no sé mucho de ellas- lo miro

-no te preocupes yo te puedo ayudar, es para ti o para alguien más?- se movió por la tienda para llegar al área de espadas

Entre dos amoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora