Capítulo I

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| Primera entrada |

En los primeros tiempos, antes de que el ser humano, en su manía por controlarlo empezó a medirlo, las criaturas de la magia y la tierra convivían en paz y armonía. Era común ver algún unicornio en manadas de caballos u otros equinos, ver seres en sus formas primigenias convivir con niños. El ser humano veía estas fuerzas con respeto y cuidado. Sin embargo, de repente apareció uno que fue capaz de controlar estas fuerzas, nadie supo nunca el cómo llegó a la tierra, pero este ser trajo pestilencia, odio y muerte.

No pasó mucho tiempo después de su llegada que empezó a aterrorizar a toda criatura en la faz de la tierra, su poder era tal que podía controlar los seres de la oscuridad en su totalidad, y aquellas, que podían resistir sus encantos...pelearon con ferocidad sus intentos de gobernar sus tierras, éstas perecieron en el intento y fueron reconocidos por su increíble valor...

...Hasta que cuatro seres intervinieron...

| Primer Capítulo | Muerte, dolor y una pizca de sal. 

La luna coloreó el firmamento del rojo más intenso que se había visto desde siglos atrás, los vientos del norte golpearon con fuerza a los pobres árboles en el bosque prohibido, las casas crujieron con descontento, mientras que los magos corrieron asustados ante terrible augurios, el viento traía gimoteos de los hombres lobo en las cercanías y susurros de seres deformes que no habitan en este plano, traían palabras que nunca deberían ser escuchadas por seres pensantes.


Un chico en sus 12 primaveras se encontraba desnudo en un prado de hojas secas, tal vez el único que se encontraba en el exterior en toda la zona. Hacía frío pero él no sentía el frio, su piel estaba pálida, enfermiza, sin embargo sus pasos eran firmes. El chico llevaba una daga ceremonial, que lentamente pasó a través de sus brazos, haciendo dos largas líneas desde el interior del codo hasta las muñecas, el ardor no era insoportable, así que a pesar de la mueca de dolor, no había hecho algo más.


La sangre caía lentamente, dando un aspecto tétrico a la escena macabra.


Los señores de la luz y la oscuridad miraron el cambio en los vientos con suma preocupación, sin saber con exactitud lo que estaba sucediendo, las nubes se formaron en los cielos y los truenos no tardaron en hacerse presentes, el viento se intensificó mientras la lluvia llegaba sin dilación.


El señor de la luz, con rostro preocupado pensó con seriedad si esto era un movimiento del señor de la oscuridad, si había caído más bajo, utilizando magia antigua y peligrosa, magia que traía consigo la desgracia. Tal vez la locura había caído aún más dentro de tal criatura...pensar que su contraparte utilizaría magia tan aberrante...hacía que su estómago se revolviera, eso solo podría traer un destino tan funesto e inevitable.


El señor de la oscuridad miró con preocupación por aquel que osara utilizar poderes tan desconocidos, tan...innombrables para conseguir poder, riquezas o cualquier otro deseo humano que solamente podría traer consigo la insatisfacción y el dolor a largo plazo. Que se utilizara tal magia...el cómo el señor de la oscuridad, tendría que rastrear y eliminar a tal mago que osaba utilizar métodos tan horribles. En otro momento, podría contar con el apoyo del señor de la luz, sin embargo...estaba tan cegado por la luz que eso era impensable, la ignorancia del otro señor era tal que no podrían trabajar juntos, además de la terrible animosidad que existía entre ellos.


Tanto el señor de la luz, que miraba preocupado desde una ventana en cierta escuela de magia, como el señor de la oscuridad que miraba desde una habitación lujosa, no podrían adivinar lo que sucedería en los meses, o años que estaban por venir...

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