extra tres

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heeseung no se dio cuenta cuando jungwon llegó a la cafetería donde se juntarían con jay y jake

estaba cansado, su trabajo como médico cardiólogo era agotador y aunque lo amase y no se arrepintiese de trabajar en una de las clínicas prestigiosas de seúl y todo el país, hoy había tenido sobrecupos y una alerta roja por un hombre que sufrió un paro cardíaco en el área de urgencias

así que si, estaba cansado, esperando un café con leche que había pedido por mientras, y con un montón de mensajes en su celular de aquel par que no deseaba contestar por nada del mundo y que le estaban dando un dolor de cabeza. no podía seguir soportándolo y en algún momento iba a explotar -si no era pronto-. su vida amorosa era una mierda que iba en picada y él no estaba interesado en retomarla porque se había saturado por completo en esa relación rara de tira y afloja que existía entre yeonjun, soobin y él

por esa razón, por pensar demasiado en su enojo y cansancio, se sobresaltó al sentir como la silla a su lado se corría estruendosamente, y yang jungwon dejaba caer su trasero allí mismo con una sonrisa abierta

jungwon, a los 27 años, era la persona más colorida y loca para heeseung. siendo diseñador de su pequeña marca de ropa tomando vuelo en la ciudad. luego de 5 años ahora tenía el cabello de un lindo castaño esta vez en un corte de coco que para heeseung era horrible pero de alguna forma jungwon lograba estilizarlo de tal forma que le... gustaba especial hoy que lo tenía con leves ondas. heeseung le dio una rápida mirada a su llamativo amigo, escaneando como se veía con aquella camisa celeste el cárdigan tejido por él mismo, algo grande que jungwon lograba ocultar sus manos en las mangas, y un pantalón blanco entallado acompañado de creepers. se veía lindo, se confirmó, bastante lindo para tanto color

a comparación de él, que iba por completo de negro y con su delantal de médico colgando de su bolso, jungwon se veía como un arcoiris brillante en el cielo azul, y tampoco era tan diferente, siempre que heeseung veía a jungwon era como ver un bonito y esperado arcoíris aunque nunca fuese a admitir que de alguna forma la sola presencia de este lograba subirle los ánimos mínimamente

— como siempre, tan puntual — la voz de jungwon salió suave de sus labios, pero no fue suficiente para que heeseung le prestase total atención y que se arrepintiese luego de lo próximo que dijo jungwon — oh, te ves triste, bebé

heeseung esta vez sí se giró, no por el ridículo apodo por el cual jungwon le había llamado -porque en realidad, jungwon llamaba de aquella forma a toda persona cercana a él-, si no porque solo habían bastado cinco segundos para que descifrase que algo le ocurría. y no lo entendía, según él estaba igual de serio y cascarrabias que siempre, capaz un poco más por estar agotado, pero que jungwon haya especificado que estaba triste no estaba en sus planes y se vio algo ofuscado por la mirada dulce de esos ojos grandes y redondos que ahora le miraban curioso

— ¿triste? no estoy triste, estoy cansado — respondió quizás más brusco de lo previsto por instinto, y apartó la mirada de jungwon para mirar por la cafetería — ¿por qué jake y jay tardan tanto? — preguntó cambiando el tema tan pronto le llegó a la cabeza

— no me evites — jungwon le golpeó el brazo con una mueca falsa de enojo a lo que heeseung le correspondió — ¿qué te pasa?

heeseung arrugó la frente, no le pasaba nada en su opinión, solamente no estaba teniendo un buen día y que jungwon quisiese hurgar en sus pensamientos era extraño. aunque si lo pensaba bien, era más extraño no querer soltarse con jungwon cuando generalmente lo hacía, ¿por qué esta vez no?

lo asoció a su discusión con yeonjun y soobin nunca era demasiado partidario de hablar sobre ella, y definitivamente por alguna razón no quería que jungwon supiese

乘 kindergarten boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora