siete

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jay entro cerrando la puerta de entrada con total cautela a su casa y con ni-ki en brazos y su mochila colgada, el niño seguía durmiendo plácidamente siendo las nueve de la noche, y jay rogaba al cielo que su madre tuviera turno nocturno para no encontrarse con ella y hablar sobre la fotografía que la bestia les había tomado en aquella cafetería

pero claro, su suerte duró un par de pasos luego de quitarse los zapatos y llegar al living comedor, su madre estaba sentada viendo televisión y con su padre al lado, ambos en pijama y viendo las noticias en silencio, pero claro, ambos al sentir la presencia de su hijo mayor, fijaron hacia él como si estuviesen poseidos

sintió la tranquila mirada de su padre sobre él, un hombre de 45 años que era contador, dos centímetros más bajo que él y con el pelo bastante canoso. en sí, ni-ki era una fotocopia de su padre cuando niño, la misma nariz, ojos grandes y sonrisa de gato, ni-ki había salido a su padre, cuando el a su madre, que en este mismo momento le miraba con una ceja alzada sin si quiera haberle saludado, y una expresión de tenemos que hablar que le hizo tragar saliva. con su mano libre y que no sostenía a la bestia, la sacudió en saludo y con una sonrisa nerviosa apunto escaleras arriba y luego a ni-ki, indicándoles que iría a acostar a su hermanito hasta que despertara para la cena

recibiendo un asentimiento por parte de ambos, reafirmó el agarre en su hermanito y subió con dificultad las escalera de su casa, exhalando aire cuando se vio lejos de la acusatoria mirada de su progenitora y con el cuidado de que ni-ki no se golpease con el barandal de la escalera. entró a la habitación color verde de ni-ki, la cual estaba llena de superhéroes y dibujos hechos por él mismo, al igual que peluches de animales, un montón de pequeños zapatitos regados en el suelo. jay suspiró dejando caer la mochila al suelo junto con la lonchera para luego dejar al niño somnoliento sobre la cama, ni-ki se quedó sentado, con los ojos cerrados en la orilla de su cama, y jay, con una pequeña sonrisa al ver lo tierno que se veía ni-ki, le quito la parka y el suéter del pequeño cuerpecito, antes de abrir las sábanas de patitos y volver a sujetar a ni-ki quien se dejo hacer como masita, para ser recostado y arropado por el rubio

— eres una bestia, ¿no? — dijo jay, luego de que ni-ki se acomodara para dormir plácidamente apretando la almohada donde apoyo su cabeza, y jay volvió a reír con ternura — quien diría que gracias a ti conocí a mi futuro novio — negó con la cabeza y una de sus manos, acarició los suaves cabellos de su hermanito — supongo que te debo una grande, bestia

— y supongo que yo necesito una explicación para la foto de esta tarde, ¿no? — jay se congeló en su sitio, con los dedos enredados en el cabello de ni-ki y sintiendo la voz de su madre detrás suyo como un balde de agua fría — ¿qué significa eso de tu futuro novio? — volvió a hablar la mujer, jay trago saliva antes de darse vuelta y alzar un poco la vista hacia hacia madre

— emm... — jay enmudeció, pestañeando con ojos de cachorro a su mamá, no se veía enojada, se veía tranquila y hasta algo confundida según jay, los ojos pequeños le recorrían el rostro y el cuerpo con una de esas perfiladas cejas arqueadas. pero si se trataba de su madre nunca se sabía qué estaba pensando o sintiendo, ahora mismo parecía confundida pero quién sabía si estaba furiosa y a punto de tirarle todos los zapatitos de ni-ki a la cara — yo... puedo explicartelo

jay se levantó, extendiendo ambas manos dando a entender que mantuviese la calma mientras una mueca adornaba su rostro, pero su madre le siguió mirando sin decirle nada y con los brazos cruzados. y el menor se sintió temblar cuando su madre sacó el teléfono de su bolsillo trasero y lo desbloqueó, enseguida notando que en la pantalla estaba la imagen que había sacado ni-ki

se quedaron en silencio un par de segundos, jay mordisqueandose el labio mientras miraba a la mujer frente suyo observar la imagen, claramente se notaba que era el por su bufanda, y lastimosamente se podía ver la mayor parte del rostro de jake por estar ladeado, el cabello castaño y las mejillas rojas del mayor mientras sus labios estaban unidos y ambos pares de ojos cerrados. jay no pudo evitar sonreír aún mordiéndose el labio por la imagen, sin duda la pondría de fondo de pantalla tan pronto saliese vivo de esta situación

乘 kindergarten boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora