Kakashi es hijo único de un alto empresario, un día es secuestrado por una famosa banda, ahí conoce a un lindo joven, siendo el único que lo trata bien, durante los días que esta secuestrado, en su regreso a clases el bello peliplata se llevará una...
Obito iba a toda velocidad en su motocicleta, se sentía enojado y triste solo quería desahogarse, buscar la manera de sacar toda la frustración que llevaba por dentro, llegó a aquella casa y estacionó la motocicleta, entró rápidamente cerrando la puerta con furia.
— ¿¡Oye que te pasa mocoso!? ¡Tirarás la puerta! —Exclamó Hidan, Obito lo ignoró y siguió caminando.
El azabache fué directo a una habitación, todos los Akatsukis tenían una habitación asignada en aquella casa, para cuando no pudieran regresar a la ciudad, Obito abrió aquella puerta de un solo golpe, Zetzu estaba acostado en su cama tenía su brazo vendado, el azabache lo sujetó de la camisa y le dió un puñetazo, despertandolo.
— ¡¿Oye que te pasa?! ¡Sueltame!
— ¡Cómo te atreves a hacerle daño! —Le dió otro golpe, esta vez Zetzu se lo devolvió.
— ¡Y lo volvería a hacer! Es más pronto lo haré gozar. —Dijo sonriendo de lado, mientras Tobi lo sujetaba de la camisa.
— ¡Si te atreves a ponerle un dedo encima, te mato! —Volvió a darle otro puñetazo pero esta vez Zetzu lo esquivó y empezaron a forcejear cayéndose de la cama, Obito soltó un quejido en el momento que su espalda chocó contra el frío suelo, ahora Zetzu estaba sobre él.
— No solo le pondré un dedo encima, será mucho más, incluso le meteré algo adentro. —Dijo sonriendo de forma maliciosa, pero su sonrisa se borró en el momento que Obito volvió a golpearlo.
— ¡¿Crees que estoy jugando, imbécil?! ¡Vuelves a tocar a Kakashi y te cortaré las manos!
Ambos empezaron a darse golpe trás golpe, aúnque Obito era menor tenía mucha más fuerza, Zetzu estaba con la nariz rota y un ojo morado, Sasori y Kizame entraron a detener la pelea.
— ¿Qué pasa con ustedes dos? —Preguntó Sasori.
— Pregúntale al idiota de Tobi. —Contestó Zetzu.— Anda encaprichado con ese chiquillo que secuestramos.
— Oh cierto, casi nos hechas a perder el robo. —Dijo Kizame volteando a ver a Obito.
— ¿Qué pasó aquí? —Itachi llegó y observó a Obito el cuál tenía algunos moretones.— Tobi, ¿estás bien?
— Estoy bien Ita, me voy.
— Esto aún no ha terminado. —Dijo Zetzu.— Espera lo que viene.
Obito salió molesto de la casa, mientras en el hospital los amigos de Kakashi habían ido a visitarlo, estuvieron un buen rato con él, ya que al día siguiente los chicos tenían que ir al instituto, en cambio a Kakashi le tocaría perder la semana de clases.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya eran las tres de la tarde, Sakumo estaban con Kakashi, tenía una reunión a las cuatro así que estaba por irse, aunque no quería dejar solo a Kakashi.
— Estaré bien papá, ya vete.
— Bueno, me gustaría que alguien más se quedara contigo, no se, ¿talves Obito? —Mencionó Sakumo.
