La guerra se hace por motivos políticos, económicos, sociales y psicológicos. En general por varios motivos a la vez y los límites entre unos y otros son difusos.
Las causas políticas son extremadamente variadas: tomar una posición estratégica, crear o sostener una alianza, apoyar a una dinastía, provocar un cambio de régimen o impedirlo, apoyar a una nación que tiene un régimen similar al propio, por mencionar sólo algunos.
Las razones económicas son igualmente variadas, aunque se pueden agrupar en tres clases: pobreza, superabundancia y adueñarse de recursos que, por su naturaleza, no son intercambiables.
La guerra por el botín es la más frecuente en las sociedades primitivas, donde se pelea con palos y piedras, pero se vuelve cada vez más infrecuente en la sociedades desarrolladas, donde la guerra exige una inversión inicial considerable, que con frecuencia supera las ganancias que se esperan obtener del botín. Las operaciones militares cuyo objetivo es el botín se llaman "razias" en tiempo de guerra y "piratería" en tiempos de paz, no habiendo otra diferencia entre unas y otras que un papel escrito que dice: "Los vamos a reventar. Atentamente, el gobierno de X país". Y, en mi opinión, esta es la muestra más clara de hasta que punto es arbitraria la distinción entre la guerra y el crimen. Esa inversión original estaría casi con certeza mejor invertida en otro negocio más seguro. De hecho: prácticamente todo negocio es más seguro que la piratería. La piratería requiere un tipo de hombres muy peculiares y, por eso, no estoy de acuerdo con los autores que quieren explicar la guerra exclusivamente en términos económicos y sociales. La psicología es imprescindible para comprender el fenómeno de la guerra. Incluso más importante que la economía o la sociología.
La guerra por superabundancia de recursos, en cambio, sólo existe en las sociedades industriales más desarrolladas. Se produce cuando el único modo de mantener en funcionamiento una maquinaria bélica que involucra a buena parte de la burocracia del estado y de la industria privada, es despilfarrar enormes recursos en una acción militar. Adviértase que hay en este tipo de conflictos una total perversión de los fines y los medios: la guerra se considera un medio al servicio del complejo militar-industrial y no el ejército un instrumento para hacer la guerra.
Entre los recursos no-intercambiables, donde el comercio pacífico no es una opción viable, los principales son la tierra y las mujeres. La guerra por mujeres parece ser un tipo de guerras propio de sociedades primitivas y puede que a los hombres civilizados incluso nos escandalice la sola idea de que se hable de las mujeres como un recurso; sin embargo, varios autores han predicho que los infanticidios selectivos podrían hacer reaparecer las guerras por mujeres en el siglo XXI.
Entre las causas sociales de la guerra hay que mencionar la religión, la migración de un grupo que no se integra en un tiempo razonable a una sociedad, o incluso que no demuestra el menor interés en hacerlo, como los musulmanes en Europa, hoy. O bien se canalizan las hostilidades internas en una guerra exterior. En estas guerras las causas sociales son las causas indirectas, mientras que en las guerras civiles son la causa directa.
Por último, los principales motivos psicológicos para la guerra son el miedo, la envidia y la arrogancia. El miedo es la causa de las llamadas "guerras preventivas", donde, previendo que se va a ser atacado, se prefiere tomar la iniciativa en el momento oportuno. Demás está decir que, con mucha frecuencia, la guerra preventiva resulta ser una profecía auto-realizada. Hace poco oí a un analista militar español que definía a este tipo de conflictos como "guerra paranoica". Me pareció una buena definición.
La guerra por envidia se produce cuando un país pobre se propone destruir a otro más rico por el sólo hecho de ser más rico. No hace falta aclarar que en este tipo de guerras la verdadera causa nunca es explícita y se invoca algún noble ideal como pantalla. El saqueo de Roma por los vándalos quizás sea el ejemplo histórico más claro. En nuestros días, todo país bananero cree ser una víctima de EE.UU. y todo demagogo bananero explota ese resentimiento.
Hay otro tipo de guerra por envidia que yo añadiría y la llamaría "Envidia histórica", común a épocas de decadencia como la nuestra. La emprende una potencia decadente, no por envidia al país atacado, sino a sus propios antepasados. La obsesión de Adriano y otros emperadores romanos decadentes con Britania es un buen ejemplo. La envidia y el resentimiento de los decadentes contra sus antepasados es, desde luego, siempre una causa indirecta de guerra. Con la única excepción de la vandalización de monumentos, tumbas y obras de arte; que podríamos considerar una especie de guerra contra los antepasados. En Egipto, durante los anárquicos tiempos del segundo período intermedio, llegó a haber un ministro de saqueo de tumbas. Por supuesto, esta "guerra" al pasado también se disfraza hipócritamente con toda clase de nobles ideales; pero, cuando uno se entera de que gente que peleó una guerra contra estatuas tuvo 4 bajas, la verdadera razón es obvia.
Por el otro extremo, la arrogancia es también causa de guerras: cuando una potencia se niega a reconocer a otro grupo de hombres como sus pares y los trata como si fuesen fauna autóctona. En batallas como Teutoburgo, la Vuelta de Obligado, el cerro Little Big Horn o Rorke's Drift, el bando inferior puso fin a estos conflictos sin causarle realmente un daño importante al bando más fuerte, o incluso a pesar de ser derrotado, simplemente bajándoles los humos y haciendo que se sienten a negociar.
El fenómeno opuesto también es posible, aunque mucho más raro: Alguien puede ganar una guerra sin pelear simplemente humillando a su enemigo y haciendo que se rinda. Como en el extraño incidente que relata Heródoto, donde los escitas acabaron con una rebelión de esclavos saliendo al campo de batalla haciendo restallar sus látigos, en vez de avanzar contra los rebeldes con armas de verdad. O como, de modo menos pintoresco, los americanos ganaron la primera guerra de Irak convenciendo a los soldados iraquíes de que se rindiesen sin pelear.

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Algunas reflexiones acerca de la guerra.
Non-FictionUn ensayo en donde se ofrece una definición acerca de qué es la guerra, se analizan sus causas y se discuten, desde una perspectiva realista, no romántica, los pros y los contras de varias propuestas que se han hecho acerca de cómo evitarla.