For Whom The Bell Tolls - (Cliff x OC)

Parte 6

Tenía sentido, era una futura estrella de rock, todos los rockeros tienen esa fama de mujeriegos. Ya Cliff se había acostado con Audrey, con una chica en LA y seguramente con otras más cuyas identidades nunca le quiso contar a su amiga, por obvias razones. En fin, él había decidido estar con todas ellas menos con la única que realmente lo amaba por cómo era.

Ésa noche no quiso saber nada sobre cenar, se metió a su cuarto y comenzó a escribir frases sueltas, ésas mismas frases a veces terminaban siendo poemas.

Te creo el dueño de mis sueños

Más otras logran tu consuelo

Y pese a que eres mi gran anhelo

Mis atributos te son pequeños

Anotó la fecha del día y cerró su cuaderno. Acto seguido, tomó la foto que tenía junto a él, ésa que tenía una dedicatoria, debido a que no tuvo el coraje para romperla, la dobló y la guardó en lo más profundo de uno de los cajones del escritorio. Entonces miró su alrededor y pensó "Necesito hacer unos cambios en éste dormitorio".

Los Carter nunca habían visto a su hija tan proactiva como ése día, a la mañana se había dirigido a comprar pintura para colorear las paderes y se dispuso a pasar la aspiradora, barrer y a quitar todos los pósters que tenía en sus paredes junto con algún que otro sticker que había pegado cuando estaba en plena adolescencia.

No sólo compró pintura, sino que también compró marcos para colgar pinturas que ella misma había preparado, no eran las mejores pinturas del mundo pero, por lo menos, creía que combinaban con el color turquesa pastel que había elegido.

También se decidió a deshechar objetos que ya no utilizaba o estaban rotos, de paso, ordenó los estantes y movió muebles de lugar.

-Hija... ¿Estás bien? -Preguntó su madre mientras la observaba limpiar.

-Sí, perfecta.

-Es que no entendemos cómo... ¿Cuándo?

-¿Qué?

-Nunca te vimos tan trabajadora como hoy.

-Bueno -Se encoge de hombros -, en algún momento lo tenía que hacer.

-¿No tienes clases con Mike en unos minutos?

-Ya avisé que no iría, estoy muy ocupada.

-¿Y Cliff, hablaste con él?

-Mamá, no voy a estar hablándome con Cliff todos los días, de vez en cuando debo permitirme unos momentos sola.

-¿Qué dices? -Pregunta como si hubiera dicho algo escandaloso. Conocía muy bien a su hija, no podía vivir sin sus amigos... y sin el mejor de todos, detestaba la soledad.

-Quiero estar sola ¿Puede ser? -Le pide sin sonar grosera, su madre se limita a asentir y la deja ordenar su dormitorio.

Durante los siguientes ocho días, no se comunicó con Cliff, prefería no pensar en él y si lo pensaba se lo imaginaba teniendo una entretenida charla con Audrey, después de todo, ellos tenían sobre qué hablar si se habían conocido tan en profundidad. Lo que sí hizo fue hablar con Mike por el tema de la batería y con Eric, su nuevo compañero de estudio, para arreglar un encuentro y comenzar el proyecto.

Para el gran pesar de Cliff, eligió el peor día para aparecerse en la casa de su amiga.

-¡Oh, Cliff, vaya sorpresa! -Exclamó Elianne, al encontrarse al bajista en su puerta.

-¿Está Hazel? Vengo de una audición y ya que estaba de paso pensé en llevarla a tomar algo.

-Lo siento, cielo, pero ella está haciendo un trabajo para la universidad.