Parte 43

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En Castro Valley, Metallica, desde su hogar, ensayaban algunas canciones que tenían pensadas llevarlas al estudio en cualquier momento para comenzar a darle forma al segundo álbum. Lars estaba entusiasmado por un par de canciones, y Kirk y Cliff intentaban seguirle el ritmo, no necesariamente el de la batería; el único que parecía estar disperso era James, que no dejaba de tragar cerveza desde que se levantó.

-Tocaremos Fight Fire una vez más -Indicaba, Lars – y, ésta vez, entra a tiempo, James.

-Si bebiéramos a la vez todo estaríamos tocando lo mismo.

-Ponte en tu lugar -Le ordenó y el rubio se le fue encima para provocarlo.

-¿Quién te crees que eres, enano? ¿Vas a decirme dónde tengo que ubicarme, ahora?

-Ya basta -Se quejaba, Kirk, poniéndose en el medio y, tras sentir el apestoso aroma de James, se echó para atrás -, dios, viejo..., apestas.

-¡Ustedes apestan!

Exclamó y arrojó su guitarra al suelo, dejándolos solos en la habitación que usaban como sala de ensayo. Seguramente se refugiaría en el dormitorio, bebería un poco más y estaría divagando hasta que el sueño le ganara.

-Vaya idiota -Masculló, Lars -, esto es una pérdida de tiempo.

-¿Así nos vemos cuando nos emborrachamos? -Preguntó, Cliff, aunque, en realidad, preguntaba por él mismo. Kirk, lo entendió enseguida y posó una mano sobre su hombro para transmitirle calma.

-No, sólo James.

El bajista había decidido dejar de beber por unos cuantos días, al menos ésa era su meta inicial; quería mostrarse como un hombre nuevo y sobrio para que Hazel pudiera notar su cambio y lo perdonara. Kirk y Lars se lo tomaron bien, creían que estaba haciendo algo bueno con su vida, pero James no ayudaba demasiado.

-¿Seguimos sin él? -Pregunta, Kirk, con un dejo de timidez.

-Podemos intentarlo -Responde, Lars.



Pasando su último día en Los Ángeles, Hazel decidió tomar algo con Dave, ya que no habían tenido tiempo para hablarse tras los conciertos, la mayoría de las veces ella salía con Jason y, recién ahora que el bajista se marchaba, había logrado hacerse lugar en todo el día... antes de irse.

-Supongo que no querrás cerveza –Piensa, Dave, mirando la cartilla.

-No te hagas el que no sabe que va a pedir, siempre pides lo mismo.

-No es cierto, he cambiado, es más, ahora mismo me pediré un café con unas tostadas ¿Te apetece?

-Vaya, por supuesto –Dijo, sorprendida - ¿Quién te ha hecho cambiar?

-Da igual, sólo pienso que no es bueno beber tan temprano, se te hace más difícil dejarlo.

-Excelente observación –Él sonríe orgulloso, pero ella lo baja de un hondazo -, que no debe venir de alguien como tú, anda ¿Quién te aconsejó?

-No podemos hablar de ti ¿Verdad?

-Vamos, Dave...

-Bien, es una chica que conocí, es tan... no sé cómo describirla, es hermosa, graciosa, inteligente..., es la mujer perfecta, pero no quiere nada conmigo a menos que deje todo eso.

-Y me parece perfecto, obviamente no es algo que se puede transitar a la ligera, toma su tiempo, pero es admirable lo que estás haciendo.

-¿En serio? Los chicos de la banda se burlan de mí a veces, creen que es una actitud de faldero.

For Whom The Bell Tolls - (Cliff x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora