2;; I think I like it.

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Montgomery estaba en su habitación, acurrucado sobre los varios pubs que tenía por cama con varias mantas encima. El calentador debajo de los pubs hacía su trabajo de mantenerlo a una buena temperatura, por lo que estaba tranquilo. Aún así, no conciliaba el sueño.

Tenía una leve incomodidad entre las garras de una de sus manos, aquella con la que había "acariciado" la cabeza de Chica. Luego de tanto, decidió ver por sí mismo que tenía que era tan extraño.

Plumas. Diminutas plumas se habían adherido a la piel de sus dedos y se quedaron atrapadas entre sus escamas y debajo de sus garras. Se preguntó cómo era posible que con solo tocar a la gallina era posible que soltara las plumas, pero esa duda pronto se volvió irrelevante cuando al tratar de quitarse las plumas se dió cuenta que eran sumamente suaves.
Quizá era el cansancio y el hecho de que un cerebro adormilado maquinaba pensamientos que la parte consiente apenas podía controlar lo que estaba haciendo que comenzara a preguntarse si todo el plumaje de Chica sería igual de suave, visualizando por unos segundos, pero de forma clara, el rostro de esta y sus propias manos en las mejillas de esta.

- Cómo una bola de algodón...- murmuró cansado luego de lograr retirar la última pluma de sus dedos, acomodándose el guante. Pronto se quedó dormido sin tiempo para retractar o avergonzarse de sus pensamientos espontáneos.

La mañana siguiente fue normal, comer, practicar, un concierto, dos conciertos y no hablar aún así con ninguno de sus compañeros, volver a comer, todo el círculo vicioso hasta la noche. De camino a las habitaciones, el lagarto se encontró con una escena bastante extraña, pero en parte... ¿Adorable?

- Es muuuuy suavecita.- Gregory estaba acariciarlo la cabeza de Chica por todos los ángulos, la nuca, la frente, las mejillas, el mentón, alrededor del pico, etc, revolviendo las plumas blancas de un lado a otro y haciendo que soltara algunas.

La Glamrock estaba de cuclillas riendo con lo ojos cerrados por el trato, siendo observada de cerca por Freddy y por Roxanne.

- ¡Oh, vamos! No puede ser más suave que yo.- se quejó la loba con una sonrisa tratando de verse bromista en vez de envidiosa.

- Tu pelaje es divertido, Roxy, pero las plumas de las aves siempre son suaves.- le respondió el niño aún jugueteando con el rostro de la gallina.

- Déjame probar eso.- gruñó la de pelaje gris empujando a Gregory a un lado antes de tocar el rostro de su mejor amiga.- Carajo, ¡Es verdad! Es tremendamente suave.- exclamó asombrada y ahora sin poder parar de estrujar el rostro de su amiga.

Las ganas de Freddy de regañar a Roxy por ser mala con Gregory se fueron cuando pronto tanto la loba cómo el niño estaban acariciando de forma excesiva a la hembra emplumada.
Por su parte, Chica lo estaba disfrutando riendo sin abrir su pico y moviendo un poco la cabeza en dirección a donde la acariciaban manteniendo sus ojos cerrados.

- ¿Que pasa aquí?- el lagarto se acercó a ver el asunto de cerca con una ceja alzada, cruzándose de brazos.

- Estamos acariciando a Chica- explicó Gregory cómo si no fuera algo obvio- Sus plumas son muy suaves.

- ¿Tu también la piensas acariciar? -interrogó Freddy escéptico al Gator.

- Yo creo que no, mataría a la pobre de un manotazo.- dijo Roxy mientras se volteaba hacia el lagarto erguida y cruzada de brazos, moviendo levemente la cola mientras reía.

Chica abrió los ojos para ver al Gator, tragando saliva al sentir que era mucho más grande estando ella de cuclillas. Miró por un momento las garras del lagarto, temerosa, pues si bien Roxy también tenía sus garras estas no tenían comparación a las del Gator y le aterraba más con el hecho de que la noche anterior le había dejado doliendo el cuello con solo ponerle una mano encima.

- No soy tan bestia.- alegó el gator.

No se creía ni él mismo.

Roxanne lo miró con una sonrisa burlona y lo retó con la mirada, lo cual hizo que Monty se acercara decidido a la gallina que estaba paniqueada en su lugar. Gregory fue al lado de Freddy que le indicó que fuera tras él con un gesto de la mano, había que ser precavido.
Finalmente, Montgomery se agachó y acercó una de sus grandes manos a la cabeza de Chica, la cuál cerró sus ojos y agachó un poco la cabeza.

Todos se sorprendieron cuando el lagarto acariciaba con cuidado y lentitud la cabeza de la hembra emplumada, pasando incluso por acariciar su coleta sin despeinarla. Chica estaba más calmada, pues no fue brusco cómo la noche anterior, en cambio, podía decir que era agradable apesar de que era una mano fría y rasposa por las escamas.
Por otro lado, Montgomery estaba maravillado por la suavidad del plumaje de la hembra, tanto así cómo para dejar su cuidado y apresar las mejillas de la gallina con una mano cada una, abarcando casi toda su cara.

Esos manotazos la desorientaron, pensando para sus adentros un "me retracto". Dejó de ser algo agradable bastante rápido. Comenzó a agitar sus brazos en señal de desesperación, haciendo reaccionar a Roxanne.

- ¡Hey! -gritó la loba pateando el rostro del Gator, gruñendo mientras alzaba el labio para mostrar los colmillos.

La patada había tomado por sorpresa al lagarto, soltando a Chica para acariciarse el rostro y voltear enojado hacia Roxy, levantándose con actitud de pelea.

- ¡¿Por qué fue eso, eh?!- gruñó fuertemente.

- ¡Estabas aplastándola! -explicó acercando su rostro gruñendo, haciendo temblar sus labios para mostrar sus caninos sin miedo.

- Hey, estoy bien, en serio... Solo algo mareada.- intervino la Glamrock, frunciendo el ceño preocupada. Se levantó lentamente y se interpuso entre ambos queriendo apaciguar las cosas. Estaba en la línea de fuego.

Montgomery suspiró pesadamente, Roxy tenía razón aunque no lo fuese a admitir. Se giró un poco y bajó la mirada hacia la hembra emplumada.

- Perdón si te lastimé.- ni siquiera lo pensó mucho antes de disculparse.

Entonces logró ver la sonrisa de la gallina, cómo el pico blando se doblaba ligeramente y los blancos pómulos se alzaban, los azules ojos se ocultaban un poco por el párpado inferior y las manos de la gallina se agitaban cómo si fuesen alas que la pudieran impulsar.

- Tranquilo, Monty. Está bien.- respondió ella en cuestión de segundos.

Pero Montgomery lo había sentido cómo largos minutos apreciando la alegre actitud de la ave.

- Venga amiga, vamos a tu cuarto. Ya es tiempo de una pijamada, ¿No? -Roxy rápidamente se acercó por la espalda de la chica emplumada y la comenzó a empujar para llevarla consigo a la habitación mencionada.

Freddy rió por lo bajo viendo aquello y luego se llevó a Gregory en brazos en dirección a la guardería para que pasara el rato, dejando solo al gator en ese pasillo.

Por alguna razón, esa noche no quería destruir nada, no estaba tan enojado cómo solía estarlo. En sus manos todavía podía sentir la calidez y la suavidad de las plumas de Chica.

- Quizá Roxy también tenga razón en "eso"...-Murmuró para sí mismo, llegando a su mente la sonrisa de la gallina. ¿En serio era ese el mismo pico que estaba lleno de pizza sucia? Difícil de creer.

Pizza & Love || MontyxChica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora