DESILUCION

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DESILUSIÓN

Acababa de colgar con Tristán, no sabía qué hacer, pensaba que Tristán jamás me engañaría mucho menos que me lastimaría y ahora había escuchado que estaba con otra mujer, que más podía pensar sabiendo que era tan temprano y en la forma que me había contestado se escuchaba  que se acababa de despertar,  no podía haber ninguna otra explicación, tanto había deseado encontrar el amor y ahora que pensé tenerlo me decepcionaba de la manera más cruel que hubiera.

Yo había pensado en regresar el día de mañana por eso le había marcado para darle las buena noticia y me había salido con esto, la verdad no quería regresar quería que mi viaje fuera permanente, ese día no había querido bajar a desayunar con mis padres, como lo había hecho todos los días desde que habíamos llegado, mi madre al ver que no había bajado al terminar ella subió para ver si me encontraba bien, y cuando le abrí la puerta no pude más me desmorone, mi madre nunca me había visto de esta manera, me pregunto qué era lo que me estaba pasado para ponerme así, le platique a moco tendido todo lo que me había pasado horas antes, ella sabía muy bien mi relación con Tristán, si nos conocía a los dos como si los dos fuéramos sus hijos.

Y aunque no lo creía, o más bien ninguna lo queríamos creer, no podíamos hacer nada más que seguir y no seguir sintiéndome de ese modo, porque a pesar de que él fue quien me había engañado, porque me sentía culpable, era un sentimiento que no me lo podía sacar de la mente, que si no me hubiera venido a este viaje, si hubiera puesto más atención, pero mi madre me dijo algo muy cierto, si él se sentía mal, o no le parecía tu viaje, o ya no estaba a gusto con la relación también hubiera podido hablar en lugar de engañar, quise salir a pasear a despejarme un poco sentía que en el cuarto me estaba asfixiando, después de despedirme de mi madre estuve dando unas vueltas por las calles hasta que entre en un café, necesitaba algo de cafeína en mi sistema porque ya  era demasiado lo que me estaba pasando, al entrar tenía una pequeña salita y en el centro una pequeña mesa en la que había mucho folletos me imagine que eran turísticos pero me lleve una sorpresa que algunos era de escuelas y la verdad nunca pensé en irme a estudiar al extranjero aunque mi padre en más de alguna ocasión me lo había sugerido, a mí no me había llamado la atención, pero ahora esto era lo que estaba necesitando alejarme de todo aunque fuera unos meses, solo eso necesitaba porque sabía que si regresaba en este momento no lo podía resistir, verlo todos los días en el trabajo y sabia lo obstinado que era y que no iba a parar hasta hacerme hablar con él, y eso no era lo que quería, no ahora.

Me lleve los folletos y los estuve analizando, estaba en mi habitación, cuando escuche que llamaron a la puerta, era mi madre como había estado tan concentrada en los folletos no me acorde de avisarle que ya había regresado, cuando le platique la idea que tenía y que ya hasta había escogido la escuela, era un curso nada que ver con mi carrera pero era algo para distraerme y sobre todo dejar de pensar en todo lo que tenía que dejar atrás, el curso era sobre historia del arte, aunque ella no lo acepto desde el principio, a medida que le iba explicando me fue apoyando quedamos en abordar a mi padre para convencerlo de mi estancia la verdad no creía que se opusiera, pero como todo era demasiado precipitado veríamos que decisión tomaría.   

Ya estábamos los tres en la hora de la cena y mi madre me hizo la señal que era de efectuar el plan, le dije a mi padre que quería quedarme a estudiar el curso que solo eran seis meses, sabía que era bastante tiempo o tal vez no, pero era algo además habíamos quedado en ocultarle a mi padre lo que había pasado con Tristán ya mi madre se encargaría de informarle a su regreso a México, sobre todo para no informar nada a nadie de mi paradero, quería que se mantuviera en secreto, sabía perfectamente que había alguna posibilidad de que si él sabía que me había quedado acá pero mi padre en vez de oponerse me apoyo y sobre todo me dio una idea muchísimo mejor, me dijo que si quería tomar un curso de ese tipo por qué no lo tomaba en  Londres, ya que no conocía allá, era una muy buena oportunidad de conocer y estudiar al mismo tiempo, eso era mucho mejor en un momento me hiso sentir mal ya que cuando quedamos que si me iba a ir me dijo que igual y hasta Tristán se animaba a irse conmigo, a lo que solo pude darle una media sonrisa, mi madre cambio el tema para que no sospechara nada, como estaba todo decidido, pero como era todo tan precipitado y aunque me doliera tendría que regresar a México pero si todo salía a lo planeado en una semana estaría volando hacia Londres.   

LA FELICIDAD NO SIEMPRE ESTA DONDE LA BUSCAMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora