Un nombre

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- qué bebé tan extraño

Dijo el hombre levantándome del lugar en donde estaba pero eso no me importaba seguía llorando sin importar lo que pasaba, sin importar que ese hombre me salvara o que me votará en otro lugar pero luego escuche la contracción de sus palabras dejándome paralizada. 

-  ¿naciste a base del pecado? 

Continuó con una sonrisa "¿a base del pecado? ¿A que se refiere? Solo soy un bebé" este señor que cuyas palabras me tenía confundida seguía sosteniéndome en sus brazos y hablando cosas sin sentido. 

- es... Como si estuvieras destinada al odio. 

Esta vez lo dijo con un todo triste pero sigo sin saber a lo que se refiere ¿qué clase de pecado habla y... Por qué estoy destinada al odio? No sé de lo que estaba hablando pero luego veo que el empezó a caminar y me lleva a algún lugar  "¿me va a salvar?" Me pregunte viéndolo a la cara. 

Sin darme cuenta entramos a algo que parecer ser un carruaje y si era un carruaje, era grande y cómodo como me lo imaginaba cuando era una niña y veía las películas de princesas. Me di cuenta que ese hombre vestía no vestía extrabagante como para tener un carruaje como este. 

- tienes la misma aura e imagen que esa chica que murió hace unos días en mi jardín... ¿Cómo se llamaba? 

¿De que está hablando? Una chica que murió en su jardín y de paso no sabe quién es, pero ¿por qué me coma para con ella? Misma aura e imagen, esto es extraño pero por desgracia no puedo hacer nada, nada más que míralo y estar atenta ante sus palabras. 

- o si, creo que se llamaba Ginger o algo así. 

¿Qué? ¿Ginger? ¿Como la de la historia? ¿Dónde estoy? ¿Qué es esto? ¿Por qué soy un bebé? ¿Por qué estoy aquí? ¿Ahora yo tendré la infortuna de Ginger? 

Muchas preguntas y nadie quien responda, muchas lagunas que se desbordan de agua y muchas lluvias que no para, pero lo que más me alarmaba era ser esa chica y vivir su sufrimiento en carne propia.

Pero mis dudas se desaparecieron cuando unas mariposas doradas volaban a mi alrededor esparciendo su polvo brillante sobre mi, intentaba agarrarlas pero era imposible con mis brazos pequeños y débiles, ese polvo hacía que tuviera mas sueño, pero no quería dormir, quería resorber mis dudas. 

Y así fue cuando en unos minutos sentía mis párpados más pesado que de costumbre y decidí dormir en brazos de este extraño hombre, por alguna razón no tenía miedo de él como si de verdad el me quisiera ayudar, como si me amara desde el momento en que me vio, siento que este pensamiento es un efecto secundario de ese polvo de mariposa pero quería que ese pensamiento fuera realidad. 

- Te llamarás Thalía. 

Eso fue lo que logre escuchar en el profundo sueño en que me encontraba... 

Pobre DesgraciaWhere stories live. Discover now