—No fue buena idea venir, yo.. —Tragó saliva, arrancándose de mi abrazo, bajando los ojos para no verme— me voy.
—Vete! Estoy acostumbrado a que te marches!
Golpeó la puerta y huyó de nuevo como dos años atrás. No debería sorprenderme, cierto?
Pero tenía tantas preguntas en la cabeza que ya ni siquiera sabía lo que sentía. Lo único que supe fue que esa imagen de su teléfono se quedó grabada en mis pensamientos, y el aroma de su piel no había cambiado en lo más mínimo.
¿Mi cumpleaños era ese día? Ni siquiera lo recordaba.
Más tarde fui a almorzar algo más sustancioso al puesto de la esquina. Devoré un tazón de ramen de cerdo y tuve algo de plática sin sentido con el vendedor.
—Parece que va a granizar.. no tienes frío? Los jóvenes son resistentes!
Le sonreí por compromiso, era más fácil que estar dando explicaciones. Levanté mis pestañas al cielo encapotado y supe que lloviera o granice no me importaría. Tampoco me importaba andar con un abrigo ligero, la verdad era de las pocas prendas que aún estaban limpias y no tenía intenciones de llevar lo demás a la lavandería. Tampoco me importaba enfermarme, podía comprar medicamentos y listo, problema solucionado.
—Nunca acabas nada de lo que comienzas— oí de pronto y me gire, creí que me lo estaban diciendo a mí pero solo era una madre con su hijo. Lo estaba retando por alguna cosa que no escuché pero tiempo atrás alguien también me había dicho eso.
Fue Takao, cuando se cansó de intentarlo conmigo simplemente dijo esas palabras hirientes para hacerme reaccionar. El típico idiota que deja Harvard por un trasero? Oh sí, ese soy yo. No era Harvard, pero dejé la universidad de Tokyo a mitad de carrera. Aunque no fue tanto por Kouki sino por descubrir nuevos caminos.
En realidad ese día fue muy importante en mi vida. Apoyé mi rostro en una mano mientras veía la silueta de madre-hijo alejarse por las calles. Mi mente, por otro lado, perdida en la imagen del teléfono de Kouki: nuestra primera cita.
Me había dicho que nos viéramos en la estación cerca del campus, a los dos nos quedaba cerca y de ahí podíamos ir a cualquier lugar. El sábado al mediodía bajé del tren y esperé diez minutos hasta que él bajó tropezando y corriendo.
—A dónde tan apresurado? —Me burlé y el se apenó, evadiendo mis ojos en una costumbre que le iba a costar perder.
—Crei que mi cita se habría ido.. perdón por tardar tanto. Anoche me quedé leyendo hasta tarde esos apuntes que tiré el otro día, me quedé dormido y apenas pude comer algo antes de venir..
—Tienes hambre?
—No! Es.. perdón por llegar tarde.
—Ya lo habías dicho, está bien.
—Umm? Y.. a dónde vamos?
—No lo sé, sólo empezamos a caminar fuera de la estación —Le sonreí y sus mejillas se ruborizaron. Era demasiado lindo, su piel parecía suave como algodón, tan fácil de besar y marcar que tuve que mirar a otro lado para bajarme la temperatura— por qué no vamos a ese parque? Siempre quise visitarlo.
Kouki estuvo de acuerdo, casi parecía una cita de estudios, estábamos demasiado cerca del campus y al principio no hicimos más que hablar de los apuntes que tiró y las materias que pertenecian.
—Sabes algo? —Se detuvo y creí que quería ir a otro lado, pero con un aplauso repentino llamó mi atencion— siempre hacemos las mismas preguntas, no?: Cuántos años tienes? Que estudias? Tienes hermanos o hermanas? Dónde vives? Y tú signo?
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Hace Dos Años
FanfictionSeijuro sólo quería una pizza.. así que por qué es su ex quien toca la puerta? y por qué actúa como si nada hubiera sucedido? Akafuri. Angst.