Es el primer año de Raquel Weasley en el colegio de Hogwarts de magia y hechicería, va a entrar junto a su hermano mellizo Ron después de un gran linaje familiar en el colegio, todos sus hermanos mayores ya entraron. Allí la seleccionaran para su ca...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A la mañana siguiente Raquel se levantó en cuanto entró luz por la ventana (eran las 6:30 de la mañana aproximadamente), debía acostumbrarse a levantarse pronto y sin el sonido de la tetera de su madre.
Se desperezó y se vistió medio dormida, Hermione ya no estaba en la habitación seguramente había bajado a desayunar. Se vistió con el uniforme de Gryffindor con los colores rojo y dorado. Cogió su cepillo y se peinó su pelo naranja ondulado recogiéndose una pequeña coleta en la parte de arriba de la cabeza, dejando todo lo que le sobraba del pelo suelto.
Cuando acabó, cogió su mochila, dejó a Salem ,que se durmió con ella en la cama y fue corriendo a llamar a la puerta de la habitación de los chicos donde dormían Harry y Ron.
—¡Chicos, despertaros! —Dijo mientras golpeaba la puerta —¡Chicos! ¡Vais a llegar tarde!.
—¡Callate Raquel! —Se escuchó la voz de Ron quejarse. Había conseguido despertarles, Raquel sonrió orgullosa mirando a la puerta y bajó al gran comedor.
La profesora McGonagall estaba repartiendo los horarios del nuevo curso, cogió el suyo y al ver que no llegaban ni Ron ni Harry decidió coger los suyos también.
Vio a Hermione sola en una mesa y fue a desayunar con ella, estuvieron hablando y aproximadamente quince minutos antes de la primera clase se levantaron y se encaminaron a transformaciones, llegando justo a tiempo después de ir por los pasillos y escaleras equivocadas varias veces. Al entrar en la clase se sentaron juntas en una mesa de cuarta fila. Ron y Harry no estaban por su puesto.
La clase empezó y al rato entraron corriendo por la puerta Harry y Ron que se sentaron en una mesa, situada al lado de Raquel y Hermione, jadeando. Raquel les miró sonriendo y negando con la cabeza, Ron le devolvió una sonrisa irónica.
—Menos mal, te imaginas la cara de McGonagall si llegamos tarde —Le dijo Ron a Harry susurrando. Mientras escribía, Raquel escuchaba su conversación sonriendo.
Un gato sentado en la mesa de la señora McGonagall se transformó en ella de un salto situándose con una mirada seria enfrente de Ron y Harry.
—Eso ha sido una pasada —Dijo Ron sorprendido después de tragar saliva.
La clase continuó normal igual que el resto de clases del trimestre. A Raquel le estaban encantando, le resultaban todas muy interesantes y tenía ganas de poder hacer todos los hechizos posibles.
El viernes a primera hora Harry y Ron llegaron a tiempo al desayuno por primera vez en todo lo que llevaban de año. A Harry se le veía muy cansado y disperso. Hermione acababa de irse, así que estaba feliz de que estuvieran allí.
