¿Encontraré otra flor tan hermosa,
como la que ahora me sonroja?
Con una voz tan melodiosa,
y una risa tan contagiosa.
Pocas flores me han engatusado
y amarlas solo me ha destrozado,
¿por qué se enamora el ser humano,
aún sabiendo que saldrá dañado?
No es misterio es mera ilusión,
pues es evidente la conclusión.
Y es que lo que llamamos amor,
es gran amigo de la imaginación.
Pero tanto drama parece broma,
ya no quiero rosas, sino amapolas.
Por que las espinas que solo rozan,
no solo rozan sino que destrozan.
Reformaré el jardín de mi corazón,
en el que de todos el mejor rincón,
tan solo lo ocupará una bella flor.
Una rosa no, una amapola mejor.