✿╏ Extra III. Amante misterioso

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Era tarde y el pasillo estaba en silencio. La puerta del despacho se abrió de un empujón. Dentro, Lu Shang estaba escribiendo en unos documentos. Sin siquiera levantar la cabeza, preguntó: "¿Ya están los resultados? ¿Cómo han respondido?".

Tras unos segundos de espera, la persona de la puerta seguía sin responder. Fue entonces cuando Lu Shang levantó la cabeza para ver a Li Sui apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, le estaba sonriendo.

Lu Shang se sorprendió. "¡Has vuelto!".

Lu Shang dejó inmediatamente de escribir, hizo un gesto a Li Sui para que se acercara y se rió: "Ven aquí, quiero abrazarte".

Li Sui se acercó y colocó las gachas de avena para llevar sobre la mesa. "Siempre que me voy, haces horas extras. La próxima vez, tendré que buscar a alguien que te cuide".

"Es sólo hoy", dijo Lu Shang mientras alcanzaba la mano de Li Sui, queriendo abrazarlo, pero Li Sui se agachó y lo levantó en su lugar, luego colocó a Lu Shang sobre sus propias piernas.

"¿Has comido todo lo que has tenido que comer? ¿Cómo es que creo que has adelgazado?" Li Sui le dio un suave codazo a Lu Shang en la cintura.

Eso le hizo cosquillas a Lu Shang, así que soltó una risita mientras decía: "Sólo han pasado unos días, ¿cuánto más delgado podría estar? Sin embargo, parece que te has puesto un poco bronceado".

"Hmn. El sol allí era demasiado fuerte, y había mucho viento y arena. Creo que todavía tengo algo de arena en el pelo".

Disfrutaron del abrazo y se miraron durante un rato, lo único que Li Sui no hizo fue besarle, como si quisiera dejar lo más delicioso para el final, la punta de sus narices se tocaron mientras Li Sui preguntaba: "¿Cuánto tiempo he estado fuera?"

"Diez días".

Los dos hombres estaban realmente cerca, Lu Shang notó el enrojecimiento en el blanco de los ojos de Li Sui, y supo que Li Sui debía estar cansado en el camino de vuelta a casa. Preguntó con preocupación: "¿Estás cansado?"

"Estaba cansado en el camino, pero no estoy cansado ahora que estoy contigo". Li Sui bajó la cabeza y frotó su barbilla contra la nuca de Lu Shang. En un instante, sus fosas nasales se llenaron del aroma de Lu Shang. Li Sui era como un lobo salvaje apaciguado, su pelaje se ablandó y sus ojos se entrecerraron con satisfacción.

Después de escuchar eso, Lu Shang le dio una palmadita en la espalda a Li Sui. Lu Shang se sintió tan triste que se juró a sí mismo no dejar que Li Sui saliera solo del país nunca más. Aunque a Li Sui le pareciera bien, a Lu Shang no.

Para abrir una sucursal en el extranjero, tenían que hacer nuevas conexiones, restablecer un mercado y un nuevo flujo de capital. Aunque contaban con el apoyo de Tong Yan, abrir una nueva sucursal no era algo sencillo. No hace mucho, Lu Shang se hizo cargo de un proyecto y necesitó ir a Gobi para una inspección durante medio mes. Sin embargo, esta sucursal acababa de empezar y no había forma de que pudiera marcharse durante medio mes, tampoco tenía asegurado enviar a otros al trabajo dada la importancia del mismo. Cuando Li Sui vio que Lu Shang se esforzaba por tomar una decisión, se propuso ir en lugar de Lu Shang.

Al principio, Lu Shang se mostró reacio. Nunca habían estado separados durante tanto tiempo desde que se casaron. Pero la realidad estaba delante de él, tenía que comprometerse. Un día antes de que Li Sui se fuera, Lu Shang no paraba de murmurar y recordarle todo tipo de cosas, nunca supo que tenía el potencial de ser tan hablador hasta entonces. Cuando Li Sui realmente subió al avión y se marchó, Lu Shang se quedó solo en el aeropuerto, sintiendo un pesar abrumador, como si hubiera perdido algo precioso, estaba ansioso.

Jiang X1nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora