Cuando llegamos a mi casa Blanche apaga el motor de la camioneta y voltea a verme.
―Listo, ya llegamos hermosa―.¿WTF? ¿Me había dicho hermosa? Le frunzo el ceño.
―¿Escuché bien o cuando me caí me golpee con una roca?―.El por su parte se ríe a carcajadas como si yo fuera una payasa.
―Pues si, escuchaste bien, eres bien loca y con un carácter que dan ganas de enterrarte, pero eso no te quita lo hermosa―.¿¡Pero que es esto!?
¿Cuándo se iba a acabar el mundo?
―¿Te sientes bien? Creo que te tendré que llevar al hospital―.Me desabrocho el cinturón para poder salir de ahí antes de oír otra estupidez.
Pero de momento me toma por la cintura y me acerca a su rostro, yo solo puedo fijarme en sus ojos y sus labios. Se va acercando poco a poco más a los míos.
―Te q…..―.¡¡¡Ayyy que asco!!!
Me ha vomitado arriba el muy estúpido, está medio que tomado ahora me doy cuenta, por eso su extraño comportamiento. Lo recuesto en el asiento y bajo del carro. Le doy la vuelta a la camioneta y abro la puerta en donde él se encuentra, lo tomo por los hombros y despacio lo saco del vehículo. Está muy mareado, entro a la casa con las llaves que traía en el bolsillo del pantalón y lo siento en el sofá de la sala.
Voy a la cocina para prepararle un café bien fuerte, cuando lo pongo hacer vuelvo a donde se encuentra para llevarlo a darse una ducha para que se le alivie la borrachera, no lo puedo dejar ir en esas condiciones, no soy tan mala.
―Blanche, ven para llevarte a dar una ducha eso te va a aliviar―.El medio que se intenta parar pero por poco se cae, yo rápido me le acerco y lo llevo hasta el baño.―Mira este es el baño, si necesitas algo me llamas y vengo rápido, ahora te traigo la toalla.
Lo dejé ducharse solo y subí a buscar una toalla y a cambiarme la blusa que estaba llena de vómito, que asco. Me cambio y reviso un momento mi celular para ver si ese número desconocido me había escrito de nuevo, pero nada, no había ningún mensaje nuevo. Lo dejo cargando y bajo para ver si Blanche ya terminó.
Me aproximo al baño y toco la puerta.―Soy yo, te traje la toalla.
―Pasa― me dice
Con los ojos medio cerrados entro, no quiero ver nada sin querer queriendo. Le dejo la toalla en la meseta y me doy la vuelta para salir ya de ese lugar que me tienta tanto por mirar.
―Estás más roja que un tomate―.Se empieza a reír y yo seguro que me puse más roja de lo que estaba.
Salí de ahí porque si me quedaba me iba a dar un infarto. Fui a la cocina para servir el café que ya estaba echo, se lo llevé a la sala a Blanche que ya se había vestido y sentado en el sofá.
―Toma, esto te va a aliviar el dolor de cabeza―.Le doy la taza y me siento al lado de él.
―Gracias y disculpa por haberme puesto en estas condiciones―.Se tomó todo de un trago y se le debe de haber quemado toda la garganta, me rio mentalmente.―Auch, me quemé hasta el esófago―.Ya no aguanto más y suelto varias carcajadas y el me mira frunciéndome el ceño.
―Lo siento, pero es que no ves que está soltando hasta humo―.Vuelvo a reír y esta vez el también ríe conmigo.
―Bueno ya me voy, disculpa las molestias y haberte vomitado―.Se pasa la mano por el cabello apenado.―Duérmete ya que mañana tienes clases.
―Ok papá―.Tuerzo los ojos, pero él no le da nada de gracia, más bien se pone serio.―¿Pasa algo?
―No nada―.Se levanta del mueble y se dirige a la puerta, yo hago lo mismo.

ESTÁS LEYENDO
Espejos del alma
Mystery / ThrillerTodo empezó con una terrible enfermedad y un paraguas, ella lo salvó a él de ese sentimiento oscuro que brotaba de su corazón,él le juró amistad eterna y le salvó la vida sin ambos saberlo, pero también le dió algo preciado pero a la vez peligroso...