Capítulo6:

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―Hey, te vas a quedar toda una vida ahí parada o te vas a subir al maldito carro―.Este es cuadripolar o que.

Para no buscar problemas me subí en donde él quería. Me abroché el cinturón y voltee a ver la ventana, aunque sentía su mirada mientras el manejaba. Estiré la mano para poder poner una canción en la reproductora de la camioneta, cuando la encendí salió mi canción preferida "No hay nadie más" de Sebastián Yatra, fui a subirle el volumen y mi mano chocó con la de él, nos miramos a los ojos por un momento mientras nuestras manos seguían rozando, las miró por un momento pero tuvo que desviarla rápido ya que está conduciendo.

Se parquea a la entrada del bosque, no entiendo por qué y me está asustando.

¿¡Y si me quiere violar!?

¡¡Soy muy joven para morir!!

―Baja un momento del auto.

―No te me acerques―.Le digo amenazante.―Si te aproximas voy a empezar a gritar como una loca.

―No lo dudo pero por aquí nadie te va a oír, sería un lugar perfecto donde matarte ¿No?―.Lo miro espantada y estoy al punto de mandarme a correr.

Pero antes de mi intento de huida, abre la puerta delantera donde me encuentro y en una maniobra súper rápida que no entiendo cómo pasó, me carga en sus hombros.

―Auch, ten más cuidado idiota―.Por poco me parto la cabeza con la camioneta «no fue para tanto pero déjenme hacer mi drama»

―Lo siento princesita malcriada, no sabía que eras de cristal ¿Se te cayó algún pedazo?

―¿Ahora es la parte donde me tengo que reír? ¡Bájame ya estúpido!

Empieza a caminar por un trillo de tierra que daba entrada al bosque.

―Oye estúpido, nos van a multar, la entrada es prohibida para aquellos que no tienen un permiso o que no tienen licencia de caza.

―Qué bueno por lo menos dejaste de gritar y sí, tengo permiso, hasta tengo una cabaña, así que cállate ya.

―¡Me da igual, ahora mismo bájame de aquí!―.Grito bien alto.

Entre los arbustos se estaba moviendo algo y me entró muchísimo miedo, pero bueno este imbécil tenía que servir de algo aunque sea para defenderme.

―¡Ahí se está moviendo algo entre los arbustos!― le grito nuevamente

―Ya lo sé, no soy ciego―.Me baja de su hombro, ya me sentía la cabeza mal por tanta sangre acumulada en esta.

―Pero por qué me bajas y si es un animal salvaje y me quiere comer―.Rápido me apego a su fuertote brazo ¡Estas hormonas no ayudan en nada!

Los arbustos se empezaron a mover cada vez más y yo más le enterraba las uñas a Blanche en el brazo. De momento se abrieron y yo trepé encima del idiota, pero él se encontraba normal no tenía intenciones de atacar ni nada. Cuando sale la criatura por la que he sido patética me quise ahogar en azúcar, era un conejo ¡Un conejo!

Rápido me aparté de Blanche aunque este comenzó a reír a carcajadas y no lo niego me encanta su risa y me empiezo a reír también. El conejito nos mira inocente, ¡Es tan lindo! Parece una bolita de pelos carmelita ¡Me encantan estos animalitos!

Me acerco suave para no asustarlo, pongo mi mano sobre su pelaje y este me empieza a oler. Con delicadeza lo cargo entre mis brazos, es tan tranquilito, y miro a los ojos a Blanche quien me mira con una cálida sonrisa recostado a un tronco.
Blanche:
Se ve tan hermosa haciendo algo tan simple. Este lugar me trae muchos recuerdos y a ella también le debería de traer pero es muy difícil para su memoria acordarse de todo eso. Me le quedo mirando fijo y ella voltea a verme y nuestras miradas se conectan, esos ojos tan exóticos iguales que los míos y con una gran historia detrás de ellos.

Espejos del alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora