Te amo, te necesito. {NNT Zeliodas "Zeldris x Meliodas"}

Capítulo 8

Pov. Meliodas.........................

Las horas pasaron, no sé cuánto tiempo, debido a que el clima no cambiaba, miraba el mismo cielo nublado que tuve la mañana.

Zeldris volvió a quedarse dormido, profundamente dormido, así que aproveché a levantarme de la cama y vestirme, tomé mi ropa del suelo y empecé a ponermela, la ropa de Zeldris también la recojí y la puse en una silla que estaba junto a la puerta.
Salí en silencio de la habitación, abriendo y cerrando la puerta con cuidado de no despertar a mi hermano.
Bajé las escaleras hasta llegar al piso de abajo con cuidado de no hacer ruido, no quería despertar a Zel, necesita descansar.

Al llegar al piso de abajo, empecé a explorar el lugar, viendo cada parte de qué era en especifico.
Miraba y admiraba en silencio una que otra parte; a pesar de que el castillo sea viejo aún tiene uno que otro buen toque.

Llegué hasta la cocina, se veja algo sucia y polvorienta, nadie la usaba aquí, es comprensible.
Busqué una escoba y otras cosas para limpiar la cocina y empezar a preparar algo de comer.

Pov. Narrador.........................

Zeldris dormía en la cama pacíficamente, sin ni un ruido en el fondo.
El pelinegro se movió de forma inconsciente en la cama, su brazo cayó al otro lado de la cama, sintiendo que no había nada en ese otro lado de la cama.
Zeldris abrió los ojos al no sentir a Meliodas a su lado, mirando que su hermano definitivamente ya no estaba en la cama.
Zeldris despertó completamente y se sentó en la cama, mirando alrededor de la habitación, viendo que la ropa de Meliodas ya no estaba y la de él había sido recojida y puesta en una silla que se encontraba en la habitación.

En eso, pelinegro sintió un olor, un olor a comida, a que alguien estaba cocinando algo.
En ese momento, supo que era Meliodas, podía sentir su presencia aún en el castillo.
El demonio menor se quitó la sábana del cuerpo y se levantó de la cama, tomando su ropa y vistiendose para bajar e ir a ver a su hermano y ver qué estaba preparando de "comer".

Minutos más tarde, Zeldris ya estaba vestido y listo. Abrió la puerta de su habitación y salió, bajando las escaleras y llendo directamente a la cocina, encontrándose ahí a Meliodas, cocinando algo, lo cual, se veía que estaba casi listo.

Meliodas se dió cuenta de la presencia de Zeldris, se voltea y lo mira con una sonrisa en su rostro.

Meliodas: Hola Zeldris, ¿cómo estás?
¿Descansaste bien?

Zeldris: Em sí, descansé bien, gracias.
¿Y tú?

Meliodas: Descansé de maravilla, tu cama es muy cómoda, podría incluso dormir por días ahí.

Zeldris se río entre dientes por el chiste de su hermano.

Meliodas sacó un plato y sirvió la comida.

Meliodas: Sé que no estás acostumbrado a esto, pero quise prepararte algo de comer.
No sé qué hora es, pero su pondré que son las 7:00 am.
Anda, prueba.

Zeldris le sonrió a Meliodas, se acercó y se sentó para probar lo que sea que haya hecho su hermano.

La comida se veía bien, muy bien, e incluso, olía delicioso.

Zeldris tomó el tenedor y tomó el primer bocado de la carne que había hecho Meliodas.

Al meter la comida en su boca, instantáneamente sintió un enorme asco, uno que sin dudar alguna, dan ganas de escupirlo de inmediato.

Meliodas sabiendo esto, no dejaba de sonreír, sabía que era un mal cocinero, pero la intención es lo que cuenta, ¿verdad?

Meliodas: ¿Y bien? ¿Está horrible?

Zeldris: Sí.

Meliodas: Lo sabía.

Zeldris: Pero...
Aún así...
Está hecha con amor y cariño.....
Gracias de todas formas, hermano...

Meliodas miró a Zeldris por un momento, el pelinegro tenía la mirada baja, una triste sonrisa en su rostro, como si fuera a deprimirse nuevamente en cualquier momento.

Meliodas sin pensarlo 2 veces, tomó el mentón de su hermano, haciendo que el pelinegro lo mire a los ojos, para luego, acercarse a él y darle un beso en los labios.

El beso era dulce, cariñoso, y honesto, un beso de consolación.

Meliodas se separó de él y lo miró a los ojos nuevamente.

Meliodas: Te amo Zeldris.

Zeldris, se quedó mirando a Meliodas por segundos, antes de responderle:

Zeldris: Yo también te amo, Gelda.