Te cuento que los días están pesando cada vez más, lo pude notar cuándo el invierno ya no se sentía cálido si no más frío, cuando los días se hacían eternos y las películas ya no me llaman la atención, hoy se cumplen 4 años sin poder terminar un libro ¿en qué momento pase de leer 1000 páginas en 3 días a no leer ninguna en un año? Las películas ya no me entretienen, así que solo las divido en días para poder terminarlas, las series ya ni me parecen atractivas y al final del día lo único que me mantiene cálida es un café con doble de azúcar.
Te cuento, cada día me pesa como si fuera el último, estoy bien, pero a veces no lo estoy.
Te cuento que mi nueva afición es hacer mariposas de origami, aunque he llenado casi 3 cajas completas, no sé que hacer con ellas, a veces las manos me duelen, pero siento que es lo único en lo que soy capaz de hacer bien.
Te cuento hay días en los que simplemente paso el día en la cama y me levanto a terminarlo con una taza de café con doble de azúcar.
Te cuento que he buscado mil hobbies, pero en todos fracaso, supongo que es más fácil nombrarte las cosas en las que he fracasado más en las que he triunfado.
Te cuento que ya no puedo ni terminar un rompecabezas como lo hacía antes, pase de casi 2000 piezas armadas a 5 piezas por cada verano, llevo dos años con el mismo y todavía no puedo terminarlo.
Te cuento que lo único que no ha cambiado son mis gustos musicales, sigo igual de fanática, pero eso no quiere decir que alrededor mío no esté cambiando.
Te cuento que me estoy empezando a conocerme de nuevo porque siento que no me conocía en lo absoluto, a veces si, pero muchas veces me desconozco.
Te cuento que estoy intentando hacer lo que quiero y me gusta, pero siento que estoy perdiendo más de lo que estoy ganando.
Te cuento que todo está cambiando menos yo.
¿Qué más te cuento?
Nota del autor: tengo mucho que contar pero no a quién contárselo
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Cuentos cortos para noches largas
Teen Fiction¿Me acompañarías esta noche a contarte las historias más hermosas del mundo?
