Capitulo 6: Decepcion

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Gonzalo estaba en frente de la casa de Sofía, después de haberla llamado par de veces la chica por fin salió de la casa. Gonzalo sonríe al verla, pero su expresión no le gustaba para nada.

-Quería verte - susurra el castaño al acercarse a ella

-Ya estoy aquí - responde al cruzar los brazos

-¿Qué te pasa? ¿Por qué estas tan enojada?

-No me busques más.

Gonzalo tenía ojos llenos de lágrimas, después de decepcionarse de su madre quien le estaba mintiendo toda la vida, ahora sufría de desamor.

-Sofía... - le toma por la mano, pero nota como la rubia lo empuja

-¿Querías saber por qué me acerque a ti? ¿Aun quieres saberlo?

-No me importa, lo único que importa es que ambos encontramos un refugio uno en el otro y así podemos estar solos juntos, ¿no?

Sofía baja mirada.

-Jamás pensé enamorarme de alguien como tú, de alguien tan diferente, pero alguien quien me entienda bien y me tranquiliza.

-Yo me acerqué a ti porque quería vengarme de Julio, pero ahora ya no quiero seguir con eso.

Gonzalo le mira con mucho dolor y decepción.

-No me miras así, esto no es amor, nosotros no tenemos ni puta idea de lo que es amor, somos niños, no sabemos lo que hacemos...

-Tú a mí me gustas de verdad, me apetece estar contigo y se que a ti también.

-Gonzalo, no sigues, no somos hechos uno para el otro.

-¿De verdad nunca sentiste nada por mí? ¿Te acercaste a mí solamente por lo de Julio?

Ella asintió con cabeza, bajando la mirada.

-Pero, de todos modos, te perdí - decía la rubia

Gonzalo se inclina hacia ella, acaricia su mejilla y susurra de manera más dolorosa.

-A mí nunca me has tenido, ¿vale?

Gonzalo vuelve a su casa a pesar de haber decidido irse para siempre, pero no tenía ningún otro lugar donde irse.

El siguiente día vuelve encontrarse con Sofía, sentía mucha pena por lo que le dijo y aun así sentía algo muy fuerte hacia ella.

-¿Podemos hablar? - decía al acercarse a ella

-Estamos en medio de un examen - se excusa

-Por favor.

-Déjame hacer mi examen, que no quiero suspender por tu culpa y además perder mi beca.

Ni Julio ni el resto de amigos de Gonzalo no entendían lo que sucede.

-Lo siento mucho por lo de anoche, no quería decir lo que dije.

-No me importa, ya te dije por qué me acerque a ti.

Gonzalo da vuelta a punto de salir del aula.

-¿A dónde vas? ¿Y tu examen? - decía la profesora

-No me importa, llama a mi mamá y dile que no voy a probarlo - decía al salir del aula

Gonzalo sale del colegio caminando hacia un bar de cerca, bebía par de cervezas y luego volvió al patio de Las Encinas en busca de su moto para irse a casa.

Casi podía caminar, pero al cruzar la mirada con la rubia de nuevo algo se rompió en él.

Sofía se acerca de su lado, deteniéndole.

-No puedes irte así, ni siquiera puedes caminar.

-No importa, de todos modos no necesitas seguir actuando como si te importara, ¿no?

-Estas borracho.

-Si, igual si soy borracho, pero también soy tonto y un imbécil que cree que una chica tan simple como tu podría llegar a sentir algo por mí.

-No es el momento, por favor.

Sofía ve como Gonzalo estaba a punto de subir a la moto e irse, por eso decidió buscar a única persona que podría ayudarle.

Elite: 18 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora