Para Gonzalo jamás fue difícil conquistar a una chica, pero con Alba todo es diferente. Aunque están viviendo junto a Gonzalo, le vuelve loco la idea de tener que seguir con ella, pero, por otro lado, le importa mucho el dinero que su abuelo le prometió.
-¿Cómo van tus planes? – decía Julio al acercarse a Gonzalo, quien estaba en los pasillos del instituto.
-Va de mal a peor, tío... esto no va a funcionar.
-Joder, no me jodas que Alba es la primera chica que se resiste a tus encantos.
Julio sabía muy bien que tiene que decir para lograr despertar ese ego tan grande que aún sigue viviendo dentro de Gonzalo.
-Por ahora, pero tarde o temprano todas caen – dice sonriéndose.
-Vamos.
Los dos entran en el salón donde Gonzalo se acerca a Alba, quien estaba leyendo un libro.
-Buenos días, preciosa – dice al poner ambas manos sobre la mesa.
Ella sigue leyendo e ignorándole.
-Estaba pensando que quizás hoy por la noche podríamos irnos a cenar juntos.
Ella rodea con los ojos.
Gonzalo empieza perder la paciencia, poco a poco.
-A ver, ¿se puede saber qué te pasa conmigo? ¿No ves que estoy haciendo el mayor esfuerzo para llevarnos bien y quizás tener algo de verdad?
-Lo único que veo es a un idiota que me cree ser la suficiente tonta como para intentar o tan solo pensar en tener algo con él.
Gonzalo se molesta y toma el asiento junto a Julio.
-Joder, tú, sí que tienes una tarea difícil – comenta Julio
-No, es que yo solo necesito cambiar de táctica y ya.
-¿Y no has pensado en que quizá ella tiene algún interés amoroso o algún ex o algo?
-Ni puta idea, viene de Galicia... que se yo, pero y si tuviera eso no presenta ningún problema para mis planes porque ya sabes cómo soy, el más guapo y el más adinerado.
La clase se pasa de manera rápida, cuando Alba sale del salón, se cruza con un hombre un poco mayor, entre 25 y 27 años.
-Mierda, lo siento – decía ella al empezar a recoger todos los libros.
Es entonces que sus miradas se encuentran y se reconocen.
-¿Nicolás?
-Alba...
-¿Qué haces tú aquí?
-Es que hoy es mi primer día, empiece a trabajar como profesor.
Alba sonríe.
-Es coincidencia que tú también estás aquí, pero me alegro mucho de verte.
-Y yo a ti.
-Te extrañe tanto.
Alba asienta con cabeza amablemente.
-Me dijeron que estás comprometida con un chico de este instituto, parece raro oír eso debido a lo que tuvimos juntos.
-Yo a ti no te puedo mentir, es una relación por el bien de nuestras familias, no le soporto y tampoco voy a seguir con esta mentira, voy a hablar con mis padres.
-Me alegro mucho saber que en el fondo sigues siendo soltera, te veo luego.
Alba sonríe perdiéndose en esos pensamientos, cuando de repente alguien pone ambas manos sobre sus ojos, cerrándolas.
Alba sonríe creyendo que era Nicolás, tocando y sintiendo sus manos.
-¿Te olvidaste de algo? – susurra ella
-Yo me olvido de muchas cosas – dice Gonzalo
Ella se da vuelta sin sonreírse y sin esperar que era él.
-¿Qué quieres? – dice ella
Vaya, hace un momento parecía que estabas contenta.
-No sabía que eres tú.
—¿Y a quién esperabas?
-No importa, vamonos.
Gonzalo ya no sabía ni cómo acercarse a ella ni cómo conquistarla, es algo que lo estaba volviendo loco.
ESTÁS LEYENDO
Elite: 18 años después
Fiksi PenggemarTrama sigue a Samuel y Carla quienes se encuentran después de 18 años cuando Samuel empieza trabajar como el profesor en las Encinas donde estudia el hijo de Carla. ¿Será que ese encuentro les haga entender que merecen darse otra oportunidad?