Capítulo 13: Empezar de cero

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Pasaron unos meses desde que Sofía decidía mudarse a otra ciudad con su familia, era un golpe muy bajo para Gonzalo. Por otro lado, sufría por no poder vivir la vida como él quería, sino que tenía que seguir las reglas de su madre y el abuelo.

-¿Ya rompiste con ella? – cuestiona Paula

Ambos estaban tumbados en la cama de Gonzalo, debajo de las sabanas.

-¿Con quién? – él frunce el ceño

-Alba.

-Joder, Paula... no me hagas esto ahora por favor, que ya te dije que ella y yo estamos en una puta relación que ni siquiera existe, es por la imagen de nuestras familias o que sé yo.

Paula lo mira bien, pero poco le cree.

Gonzalo se levanta de la cama, vistiéndose.

-¿A dónde vas?

-¿Por qué?

-Pensé que íbamos a pasar todo el día juntos aquí en tu cama, pero a ti solo te apetece follarme y luego irte de fiestas, ¿no?

-Madre mía – él se ríe

-¿Qué pasa?

Gonzalo da vuelta, mirándola con una sonrisa cínica.

-Tú y yo no estamos juntos, eso tienes que metértelo en la cabeza – decía

-Sí, pero todo el mundo piensa que tú y Alba están comprometidos.

-Eso no va a durar mucho porque yo no quiero seguir con esta ridiculez y ella tampoco, solo hay que convencer a mi mamá a convencer a mi abuelo y ya.

-¿Y tú crees que vas a poder a convencerla tan fácilmente?

-Es simple, soy su hijo único y ahora que me mintió ella quiere ganarse mi amor.

Paula no estaba tan convencida, pero Gonzalo sabía lo que hacía.

Ese día, en vez de hablar con su madre al fin decidió conversar con su abuelo.

-¿Qué te trae por aquí? – cuestiona Teo

-Antes de hablar con mi mamá, primero quería hablar contigo, ya que tú podrás tener más influencia que ella.

-¿Qué necesitas?

-Ante todo, me interesa saber si siempre has sido tan frío conmigo, porque en el fondo siempre sabias que yo era hijo de Samuel, ¿o qué?

Teo se ríe.

-Quizás te pareces a él físicamente, pero no tienes nada suyo, eres como versión masculina de mi hija. Eres frío, calculador y atraes a todo el mundo a tu caos, pero esta vez quiero que las cosas sean distintas. Si tú no sigues con esta relación o compromiso, todos los negocios y las bodegas sé irá a la mierda.

-¿Cómo?

-Así es, nos vale tener a esa familia de nuestro lado o si no, tu mamá morirá de la tristeza de ver como todo lo que conseguimos se destruye así de simple.

Gonzalo pasó toda la tarde pensando en que debería hacer, no quería jugar las reglas de su familia.

-¿Y esa cara? ¿No estás feliz de que por fin vas a hablar con tu mamá y resolver todo lo de compromiso falso? - decía Julio

-No puedo, no puedo romper nada porque tengo que ayudar a mi mamá.

-Joder.

-Mierda.

-¿Y qué dice Alba?

Gonzalo no sabía qué decir, solo recordaba que ni siquiera hablo con ella.

-¿Tú sabes que ella no va a estar de acuerdo con esta estupidez? – dice Julio

-Entonces voy a tener que usar todas las tácticas y conquistarla supongo, ¿no? – dice con una sonrisa

-Tan rápido te olvidaste de Sofía, supongo.

Gonzalo deja de sonreírse.

Cambia la cara por completo, ahora tiene una mirada oscura y llena de rabia.

-No te atreves a volver a mencionarla, ella se ha ido.

-Pero, tú sigues amándola.

-A Sofía poco le importo largarse en medio de la noche sin decirme nada, así que la vida sigue y a mí el amor poco me importa. El amor no sirve para nada, te enamoras y luego te hacen daño, decidí que esta vez yo seré el que haga daño a todos los demás.

Elite: 18 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora