Capítulo 4» Asamblea y Raeken

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🐺Lado Sobrenatural🐺

En cuanto Hale llegó a un camino de escalones junto a los visitantes del lado humano un coyote apareció y miro a todo el grupo para luego en su lugar aparecer un chico completamente desnudo haciendo que Hale se quitará la chaqueta y se la arrojará.

— ¿No te enseñaron a usar ropa Raeken?

El chico que solo estaba tapado ahora con la chaqueta puso los ojos en blanco.

— No, te recuerdo que MIS padres me abandonaron y crecí en las calles, así que es difícil tener ropa decente si no tengo nada en sí -dijo para luego arrojarle la chaqueta y cambiar a su forma de coyote, lo cual era una clara invitación para Hale a qué lo cargará, cosa que no dudo en hacer.

— Lo siento pequeño pero tampoco deberías andar por esta zona, sabes que los Salvatore te quieren muerto, la última vez espantaste su cena por una semana entera, no están muy contentos.

Los humanos solo miraron atentos como el coyote se acomodaba mejor entre los brazos del azabache.

— Sigamos -dijo retomando la andanza y los humanos no tardaron en seguirlo.

— ¿Falta mucho? -pregunto una castaña viendo con cansancio y algo de sueño hacia los escalones.

— No, de hecho...

— Hola.

Apareció un chico saltando desde un árbol haciendo que el coyote saltará de los brazos de Hale y se lanzará al chico.

— ¿No deberías estar ya en la asamblea?

El chico sonrió de lado y se dispuso a cargar al coyote.

— Si, pero ya sabes cómo se pone papá, así que mejor preferí vivir y huir, además le prometí a T que le traería de comer.

Hale alzo una ceja mientras los humanos miraban como el chico se quitaba la mochila después de bajar al coyote.

— No lo malimpongas, sabes que debe aprender a cazar.

El menor asintió y saco los pedazos de carne cruda.

— ¿No le hace daño si come eso crudo? -pregunto un castaño de ojos azules que logro que el coyote lo mirara fijamente.

— Creo que ya encontró carne más fresca -dijo el menor guardando de nuevo la carne en su mochila.

— Raeken ve por tus hermanos y ve a la asamblea.

El coyote de mala gana se fue corriendo para luego perderse de vista.

— No deberías tratarlo así, después de todo es tu hijo.

Los humanos se miraron entre sí sin poder creer tal cosa.

— Es un coyote Dunbar, no me necesita, además ya hice demaciado al deshacerme de esa coyote que quiso matarlo por robarle la mitad de su poder.

El menor asintió para luego comenzar a caminar.

— Este lado del muro si que es muy raro -dijo la misma castaña que pregunto cuánto falta.

— No digan esa palabra aquí, los gemelos la odian y puedes llegar a ser muy despiadados.

Los humanos asintieron y cuando por fin llegaron a una especie de estadio se dispusieron a sentarse junto a los dos que los guiaron hasta allí.

— Allí viene T -dijo el chico, Dunbar.

El coyote se subió a las piernas de Hale mientras que dos lobos de pelaje rubio se acomodaban entre Hale y Dunbar.

— Que lindos, ya quiero saber todo de ellos -dijo Scott viendo a los lobos y al coyote.

— ¡Espero que ya todos estén aquí!

Y ciertamente el lugar era enorme y se encontraba repleto, incluso había más de la capacidad puesto que algunos estaban parados o en sus formas animal, los que tenían.

— ¡El tema de hoy! -dijo y dos personas subieron al escenario, los pudieron identificar como los que cruzaron el muro, Malia y Peter.

— ¡Peter y Malia cruzaron el muro de una manera inexplicable y encontraron a su respectivo SoulMate!

Todos soltaron un jadeo y los murmullos no se hicieron esperar.

— ¡Silencio!

Todos se callaron al instante y miraron con atención a la mujer que se encontraba dirigiendo todo.

— ¡El asunto es que al parecer los humanos cruzaron!, ¡Esa información me la brindo el joven Damon Salvatore!

El mencionado subió al escenario.

— Dunbar ayúdame a sacarlos de aquí.

El menor asintío y les dijo en un susurró a todos los que eran humanos que debían salir si no querían morir.

— Raeken ve por los chicos y ustedes dos igual.

Y sin más los tres se movilizaron siendo Hale quien ayudará a Liam para sacar más pronto a los humanos.

— ¿Nos dirán que pasa? -cuestionó el mayor de los hombres.

— Si los encuentran lo más seguro es que haya una guerra, los humanos están prohibidos, por algo está el muro, los verán como amenaza.

Y sin más siguieron corriendo tras el chico que los guiaba.

— ¿A dónde Hale? -pregunto el menor una vez llegó a una parte que parecía tener miles de caminos.

— No queda de otra que llevarlos a la cueva.

El menor asintío y tomo un camino lleno de ramas que eran a ojos de los humanos muy difíciles de esquivar.

— ¿T sabe que estaremos aquí?

Hale asintío y se dispuso a ayudar a apartar las ramas para que les fuera más fácil a los humanos.

— Genial, es la primera vez que lo dejas venir a tu hogar después de que lo dejaste junto a los mellizos Talbot, ¿A ellos porque los abandonaste?

Los humanos miraron a dónde el azabache pero no salió ni una palabra de sus labios.

Una vez que lograron cruzar las ramas se dispusieron a cursar un puente que parecía algo inestable, pero por suerte el río que había debajo impediría que murieran, pero la corriente se los llevaría.

— Sabía que sería mala idea venir a explorar -dijo Noah tratando de mantener el equilibrio mientras caminaba.

Una vez que estuvieron del otro lado se dispusieron a entrar a una especie de laberinto para al final bajar por una especie de túnel en forma de caracol y al final llegaron a una cueva bastante amplia con un estrellado techo brillante y algunos diamantes adornando las paredes.

— Si tienen sueño pueden descansar por haya -dijo apuntando a un extremo del lugar, pudieron ver algo así como una especie de cama pero no era una cama, había muchas cobijas y parecía que todos los que dormían ahí nunca la tendían.

— Si quieren cenar les prepararé algo con gusto -dijo el chico y se fue a otra parte de la enorme cueva mientras que Hale observaba cómo algunos si le tomaban la palabra y se acostaban a descansar.


Continuará...

19-04-22

Al Otro Lado Del MuróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora