Cuarta Etapa: Realidad

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"Es más seguro andar con tu propia oscuridad que con la luz de otros" -Anthony de Mello

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—Sí... yo también te extraño. No, ¿cómo crees? Ya, te veo luego amor. Sí, sí, mañana nos vemos... 

Taehyung chistó sin éxito, mientras escuchaba atentamente a Yeri hablar por teléfono del otro lado del pasillo, con la expresión relajada y la mandíbula desencajada, el cuerpo tenso pero aún así respirando tranquilo. Estuvo escuchándola durante algunos minutos en los que inicialmente iba a ir a la cocina a por un vaso de agua, pero se detuvo a medio camino cuando escuchó a Yeri decir cosas un tanto comprometedoras desde la lejanía del living.

Cuando Yeri termina la llamada, el ambiente se queda en silencio durante algunos segundos, segundos en los que Taehyung debate si caminar hacia ella o no, hasta que la voz de la pelinegra vuelve a perturbar sus oídos casi sin siquiera haberlo pedido una vez más. —Hola amor. Sí, lo siento, estaba ocupada con mi hija... 

Taehyung ríe amargamente desde el pasillo: Yeri no solo tenía más de un hombre detrás de ella, si no que también usaba a su hija de excusa barata como si no tuviera ninguna importancia en su vida. Se relamió los labios algo tenso en cuanto pensó en ello.

Ojalá que no sea así.

Sin querer enterarse de cuántos hombre va a llamar Yeri después de ese pobre iluso, o egoísta si es que es consciente de su situación, se aleja de la sala a través del pasillo para ir a su habitación y dormirse de una vez. Yeri siempre había sido igual, incluso desde mucho antes de conocerla e involucrarse sexualmente con ella aún así con la mera reputación que tenía en su escuela. Que gran y patético error.

Aunque ya era tarde para arrepentirse de ello.

Cuando pasa por fuera el cuarto de Yoorim, se detiene al escuchar sollozos muy bajitos a través de la puerta. Preocupado y confuso, gira el pomo de la puerta con cuidado, y entonces, en su pecho siente un profundo mustio en cuanto ve un bultito escondido entre las sábanas, liberando pequeños temblores y sollozos que partieron su corazón a la mitad apenas asimiló la situación. 

Se acerca en silencio a la cama de la pequeña y una vez se sienta, Yoorim para de llorar repentinamente, sabiendo que alguien estaba ahí y que la habían oído, e inconscientemente, teniendo mucho miedo de que esa persona con ella ahí fuera su mamá.

—Yoorim... —la susodicha asoma su cabecita de las sábanas cuando oye la voz de su padre, muy aliviada aunque no lo demuestre mientras se sienta en la cama lentamente con los ojos hinchados y rojos de tantas lagrimitas.

—P-Pensé que eras mamá... —murmura bajando la mirada, aún temblando levemente por el reciente llanto. Taehyung no tiene ni que pensarlo para saber que a Yoorim le daba miedo Yeri, incluso que la vea llorando, algo tan normal y humano como casi todo en nosotros.

Ella no era una debilucha.

—¿Por qué lloras hija? —Taehyung soba su pequeñita espalda con sutileza, tratando de animarla aunque sea un poco, pero sintiéndose contrariamente aún más triste cuando ve que Yoorim vuelve a sollozar despacio, mordiendo su labio inferior con fuerza para no volver a llorar otra vez.

—T-Tuve una pesadilla... —le confiesa finalmente, buscando su peluche de pulpito entre su cama para tener algo que abrazar en estos momentos.

Taehyung le quita el peluche de los brazos con delicadeza, y la coge de las axilas para sentarla en su regazo. Rodea el pequeño cuerpo de su hija con sus brazos, logrando que Yoorim apoye su cabecita en el pecho de su padre para llorar ahí un poquito más, porque aunque no lo dijera en voz alta, necesitaba que su padre la abrazara muy fuerte en ese momento. En realidad, siempre estaba necesitando que su padre la abrazara mucho, pero no se puede tener todo lo que uno quiere en la vida.

Amarte Como La Primera Vez ⦗taekook⦘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora