Registro de Contraataques de Transmigracion Rápida de la Carne de Cañon (2)

Capítulo 302: Será muy emocionante de esta manera.

Por la noche, cuando Qi Sheng vino a buscar a Li Yufei y vio que Ning Shu estaba junto a la puerta, preguntó con severidad: – ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No se supone que debes estar limpiando los orinales?

Ning Shu respondió suavemente: –Esta sirvienta es ahora la doncella de la señorita Yufei.

Li Yufei se acercó y dijo gentilmente: –Hermano mayor Sheng, Yufei siente que esta chica es bastante interesante, así que Yufei se la quedó. El hermano mayor Sheng no culparía a Yufei, ¿verdad?

Qi Sheng tomó la mano de Li Yufei y dijo apasionadamente: –Es solo una sirvienta, así que está bien siempre que seas feliz. Sin embargo, esta criada es muy estúpida y siempre se equivoca al hacer las cosas. Además, su apariencia es apenas pasable. ¿Por qué no eliges una mejor sirvienta?

– Hermano mayor Sheng, tratas muy bien a Yufei. Yufei quiere estar contigo siempre en esta vida –. Li Yufei se inclinó hacia el pecho de Qi Sheng.

Ning Shu miró en silencio desde un lado. Estaban coqueteando como si no hubiera un mañana en público, ¿alguna vez consideraron cómo se sentirían los espectadores? Este tipo de parejas deberían morir quemadas.

Li Yufei le lanzó una mirada a Ning Shu e inmediatamente salió y cerró la puerta detrás de ella. Luego se paró fuera de la puerta.

Dentro de la habitación, Li Yufei se quitó ágilmente la ropa, revelando su piel blanca como la nieve. Sin embargo, ahora llevaba ropa interior de la era moderna en lugar del habitual dudou. Las bragas sexys que llevaba enfatizaban su cintura estrecha y piernas delgadas. La vista hizo que Qi Sheng tosiera su té y la mirara atónito y asombrado.

Li Yufei caminó lentamente hacia Qi Sheng y se sentó en sus piernas. –Hermano mayor Sheng, Yufei había preparado esto solo para ti. ¿Te gusta?

Qi Sheng sintió que le picaba un poco la nariz, por lo que se apresuró a enterrar la cara en el pecho de Li Yufei. El placer apareció en el rostro de Li Yufei. Esta fue la primera vez que Qi Sheng parecía tan emocionado.

– Hermano mayor Sheng, Yufei preparó otra sorpresa para ti–, dijo Li Yufei tentadoramente.

La respiración de Qi Sheng se estaba volviendo pesada y su voz estaba ronca cuando dijo: – ¿Qué sorpresa es? Ya estoy muy sorprendido. Mi querida hermanita, eres tan hermosa.

Cuando Li Yufei escuchó esto, se sintió aún más segura de que el método de Xiao Hong era correcto, por lo que abrió la caja y sacó el látigo. Cuando Qi Sheng la miró con expresión desconcertada, ella lo latigueo de manera sexy.

Ning Shu escuchó el grito ensordecedor de Qi Sheng. Luego comenzó a gritar: –Li Yufei, ¿¡qué estás haciendo!? ¿¡Por qué me azotaste!?

Li Yufei dijo malhumorada: – ¿El hermano mayor Sheng no está feliz?– Su voz se volvió aún más enfurruñada. –Yufei se había puesto este tipo de ropa para el Gran Hermano Sheng, e incluso usó un látigo para hacerlo más divertido.

– No es necesario el látigo en absoluto. Oww... Detente.

– Hermano mayor Sheng, ¿no amas a Yufei? Yufei solo cambió porque le gustas a Yufei. Hermano mayor Sheng, será muy emocionante de esta manera –. Mientras Li Yufei hablaba, continuó balanceando el látigo.

– Yufei, baja el látigo primero. Por supuesto que sé que me amas. Yo también te amo. No uses el látigo, aaah...

Los afilados sonidos hechos por el látigo se mezclaron con los gritos de dolor de Qi Sheng. Ning Shu se asomó por la costura de la puerta para ver qué estaba pasando.

Quizás fue porque se habían emocionado demasiado porque empezaron directamente en el suelo. No parecía importarles el frío que hacía y lo hacían con energía. Qi Sheng estaba atacando violentamente, lo que hizo que Li Yufei gritara especialmente fuerte. Incluso la gente fuera del patio podía oír.

Tsk tsk, ¿no podrían ustedes dos estar un poco más tranquilos? Probablemente toda la Residencia Qi ya sepa que están teniendo sexo. Ustedes no solo no tenían integridad, sino que tampoco tenían sentido de la vergüenza.

Cuando vio los moretones en Qi Sheng que dejó el látigo, sacudió la cabeza con pesar. Este látigo no era del tipo que lleva púas. Si tan solo tuviera uno con púas que estuviera empapado en una mezcla de sal y agua con chile. La sensación de ese látigo sería mucho más refrescante.

Sería genial si ella pudiera haberlo azotado ella misma.

Aiy. Ning Shu se sintió muy melancólica. De repente, anhelaba el momento en que tuviera una fuerza sobrehumana.

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