[2]

270 27 5
                                    

Era el primer día en la universidad y la felicidad no se iba de la cara de Adora, estaba haciendo algo fuera de su zona de confort, iniciando una nueva etapa.

Su primera clase fue Matemática Básica (la cual fue horrible, pero hizo muchas anotaciones con diferentes colores para tratar de entender), la segunda fue Historia Latinoamericana, y ahora se dirigía a Diseño I. Aquella es la clase más importante para su carrera, al menos en el primer cuatrimestre, y era muy importante para ella llegar a tiempo.

Entró al taller que estaba asignado en el horario de clases y se sentó en una esquina al fondo. El sufrir de ansiedad social hacía que solo hablase con personas desconocidas si era sumamente necesario, de no ser así la rubia prefería quedarse en su propio mundo, tranquila y en donde nadie la puede juzgar.

De repente siente un toque en la espalda.

Adora dio un brinquito en su silla, asustada.

–¿Acaso me persigues? – preguntó la morena con un tono coqueto y una gran sonrisa en su cara.

–Oh, ah- Hola Catra, – le devuelve la sonrisa, aunque algo forzada – ¿cómo estás?

–Yo bien pero... ¿tú estás bien? – su expresión cambió a una preocupada.

–¡Sí!, – respira profundo – digo, sí, todo bien.

–¿Segura?

"¿Debería de decirle...?", pensó, "¡No!, la acabas de conocer, ¿y si cree que eres rara?, ¿y si no le caes bien?, ¿qué tal si no quiere volver a verte?"

–¿Adora...? – aquel tono suave la sacó de su trance.

–Mm, te voy a contar algo, ¿ok?, y espero que no pienses nada malo de ello.

Catra asintió.

–Yo tengo ansiedad social severa, lo que significa que las sorpresas y las cosas sin previo aviso suelen afectarme... bastante, al igual que convivir con personas que no conozco.

–Oh, lo siento tanto, yo no-

–Lo sé, tranquila, no fue tu intención, – le sonrió, esta vez de forma genuina – además cuando me siento muy abrumada suelo quedarme en blanco, como si mi cerebro tomara un descanso.

–Justo como lo que pasó antes...

–Exacto.

–Bien, anotado, si vamos a ser amigas tengo que tenerlo en cuenta.

–¿Amigas?

–Obviamente rubia. – le guiña el ojo, haciendo que un leve sonrojo se esparza por las mejillas de Adora.

–E-está bien. – mira hacia otro lado.

Se sentaron juntas hasta finalizar la hora asignada. Lamentablemente, Catra no tenía más clases mientras que Adora debía de tomar una última de Expresión Creativa.

Catra la acompañó a la cafetería, ya que habían muchas personas y quería que la muchacha se sintiera un poco más cómoda. Comieron y charlaron un rato, para después seguir cada una por su camino.

Claro, antes de eso intercambiaron sus números telefónicos.

Adora aún no sabía esto pero, poco a poco, Catra se convertiría en su lugar seguro.

Tú y yo [Catradora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora