Tú y yo [Catradora]

[7]

Unos meses después de empezar a salir ya eran la pareja favorita del campus. Lamentablemente tenían cada vez menos clases juntas, pero aún así no dejaban de verse a diario.

–¿Quieres salir hoy?

–Ay, lo siento gatita, hoy voy a casa de Glimmer.

–¿De nuevo?, pero si me has cancelado ya tres veces por ella.

–Oye, – la toma de las manos – sabes que Glimmer es mi mejor amiga y que casi no nos vemos, y a ti te veo todos los días y eres mi novia, – besa una de sus manos mientras la mira a los ojos – no te pongas celosa, ¿sí?

–¡¿Celosa?! – le suelta las manos bruscamente – vete a ver a brillitos o lo que sea, no me puede importar menos.

Ya se iba a levantar y dejar a Adora sola cuando la miró a los ojos y vio lo asustada que estaba, no podía dejarla allí en la cafetería tan llena de gente extraña, y más después de gritarle. Se veía el nerviosismo en su mirada.

–Ya me iba pero no quiero dejarte sola, ¿te llevo a casa?

–¿Puedes?

–Claro rubia.

Ya Adora la había descifrado, Catra la llamaba "rubia" cuando estaba molesta, y "princesa" en su día a día.

Obviamente, hoy estaba molesta.

Pero no tenía razón de estarlo, Adora solo bromeaba al llamarla celosa, nada más, ¿acaso realmente lo estaba?

–Listo, llegamos.

–Hey, amor, – tomó su cara entre sus manos — ¿está todo bien? – Catra suspiró – Sabes que lo más importante es comunicarnos, tienes que decirme si algo te molesta.

–Bueno...

–¿Ajá?

–Tal vez estoy algo celosa, – Adora abrió enormemente los ojos, sorprendida – pero sé que no tengo la razón, lo siento.

–Está bien, pero por favor no vuelvas a gritarme, sabes cómo me hace sentir en general, y cuando lo haces tú me afecta más.

–Lo siento tanto princesa, – la abraza – pasa un buen día con brillitos, ¿sí?

–Claro, pero... también puedes venir si quieres.

–¿Qué?, oh no, no, no, gracias pero no gracias Adora.

–¿Por qué no?

–Son mejores amigas, hablen mal de mí o lo que sea tranquilas.

La muchacha empezó a reír a carcajadas.

–Catra, por Dios, ¿de dónde sacas esas cosas?

–No lo sé, es que nunca he tenido una mejor amiga... supongo que, ¿eres tú?, pero también eres mi novia, así que es complicado.

–Hey, está bien, – la besa – deberíamos encontrarte una mejor amiga, ¿no?

–¿En serio?

–¡Claro!, con la que puedas ir de compras, escuchar música, ver películas-

–Pero puedo hacer todo eso contigo.

–O sea, sí, la diferencia es que, – se acerca a su oído – a mí me besas tontita.

Catra se sonrojó, y Adora rió nuevamente.

–Sintiéndote atrevida hoy princesa.

–No, realmente no, pero ya debo irme, ¡te quiero!

–¡Y yo a ti!

Su novia salió del auto y se despidió de ella a lo lejos antes de entrar a su casa.

Catra de verdad la amaba, mas debía de poner ciertos límites.

Haría lo necesario para que su relación prosperara, así que... se conseguiría una mejor amiga (o al menos una que la tolere y quiera salir con ella a hacer estúpideces).