Trabajos, amigos, clases, gente, clientes, vida social, deberes, lavadoras, cocinar, estudiar, reír, llorar, llegar, irse, volver, metro, tren, bus, exámenes, creatividad, música, redes sociales, prácticas, usuarios, conciertos, empatía, escribir, dibujar, enfadarse, ejercicio, despertador, madrugar, trasnochar, leer, entender, amistades, amores, enemistades, hablar, escuchar, maquillar, comer, dormir y el día ya ha pasado.
Otro día más, con monotonía, sin romper el esquema, sin romper ningún sistema, sin parar un momento, aunque sea para respirar.
Ahogándome entre actividades que disfruto, sin escucharme a mí misma, sin poder disfrutar de mí.
Un día más sin respirar, asfixiándome entre responsabilidades que he cogido por mi propia cuenta, siendo relativamente feliz porque no me escucho a mi. Escucho el ruido, escucho a los demás pero no escucho lo que quiere mi cuerpo, porque sé que lo que pide, no se lo puedo dar.
Parar, inspirar, espirar y vivir, vivir en paz.
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Relatos cortos
Short StoryPequeños relatos que empecé a escribir en 2017 y, actualmente estoy retomando. ¡Espero que os guste!