Atrapado En Tu Locura (Omegaverse)

Especial: Perfectamente irritante

Advertencia: Ninguna, solo son ironías de la vida.

—¿De qué estás hablando? —preguntó enojado y un leve olor a feromonas empezó a inundar el ambiente.

—Solo déjate llevar  —empujó su rostro contra el del Alpha de manera abrupta, ya estaba tan cerca, cuando usaba sus feromonas de esa forma nadie se resistía a él y siempre conseguía lo que quería; conseguiria a este Alpha obstinado, no sería la excepción y caería a sus pies muy fácil—. Si quieres darme las gracias esta es la mejor manera.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al percibir otro aroma en el ambiente, uno que era más violento y salvaje, su seguridad en sí mismo comenzó a desvanecer conforme el aroma aumentaba y su cuerpo tembló para después quedarse inmovil como una estatua.

—No —habló Minho apartandolo de su lado, se puso de pie dejando al Omega -quien no movía ni un músculo- en el piso, después de todo su corazón seguía desecho y está no era la mejor solución para arreglarlo— Creo que ya es suficiente, gracias por todo pero puedes irte ahora.

En un abrir y cerrar de ojos su Hyung lo había levantado para después empujarlo de forma apresurada hacia la puerta.

—De nuevo gracias y no vuelvas porque tu actitud me resultó muy molesta junto con tu fastidiosa cara —escupió en secó de manera sonriente, si algo caracterizaba a Minho era su manera de hablar, era muy directo. Cerró la puerta de un golpe dejando a Chá con la boca abierta.

Cha estando afuera trató de procesar todo lo que había pasado en tan solo unos segundos, no podía creer que lo habían rechazado y de una forma muy rápida, su orgullo estaba en juego, su cara comenzó a expresar irritación formando una casi sonrisa por tal descubriendo.

Pero para el asombro de Chá la puerta que antes se había cerrado de manera fría ahora se estaba abriendo, ¿acaso esto era una señal de esperanza y ese Alpha se iba a disculpar por tratarlo así?

—Casi me olvida —una sonrisa se poso en los labios de Chá para luego ver como de la puerta salía volando una chaqueta que aterrizó en la cara de su propietario— y la siguiente vez que trates con un Alpha no seas tan desvergonzado, algunos no son tan buenos como yo —cerró la puerta nuevamente frente a la cara consternada de Chá.

Tomó la chaqueta con irá en sus manos y la apretó con todas sus fuerzas, este hecho no se va a quedar impune, ese Alpha perfectamente irritante y hermoso sería suyo, tenía que defender su honor y orgullo que fueron humillados, tenía que mantener su imagen.

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Los días siguientes para su sorpresa eran más cansados de lo usual, ya había regresado a su trabajo como profesor y estaba a muy poco de terminar su escrito para un libro.

Aunque no vio a Doona en todo ese tiempo, había un problema aún mayor que lo estaba hostigando como una piedra en el zapato, esa piedra tenía nombre y apellido.

Wookyung al ver a Minho salir de su casa, estiró su brazo y lo comenzó a mover de un lado a otro, convirtiéndolo en un alegre saludo, estaba recargado sobre su auto el cual estaba estacionado justo frente a su casa.

—Hola hyung, soy yo de nuevo —desde que este fue botado no hubo día que no viniera a saludarlo, puntual y constante—. Si quieres te puedo llevar a tu trabajo, te traje un café de buenos días, sin azúcar, tal como te gusta.

“Que puntual” pensó MInho, todos los días abría la puerta y ahí estaba, incluso en días de lluvia, siempre venía y sin darse cuenta se estaba acostumbrado a su presencia.