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Retrocedamos unos cuantos años atrás, una época donde un agresivo e inseguro Katsuki de catorce años estaba en pleno descubrimiento de sí mismo, donde un "Joder, amo a los hombres" se transformó en "¿Y si soy un hombre que ama a otros hombres?" cuando una señora de la tercera edad lo confundió con su nieto al ser medianamente parecidos. No le había molestado que usaran pronombres masculinos, todo lo contrario, quedó encantado con ellos.

Primero le empezó a pedir a sus amigos y a toda su clase incluyendo profesores que le llamaran "Kats" o "Katsu", de lo contrario no iba a responderles a menos de que usaran su apellido; después empezó a comprender el por qué sus pechos eran un fastidio para su persona, eran enormes y pesados, el único pensamiento que tenía al verlos era querer arrancarlos con un cuchillo para así no odiar su cuerpo. Eran un estorbo total ¿Por qué tuvieron que crecer? Empezó por utilizar vendas las cuales apretaba hasta no poder respirar, en más de una ocasión llegó a desmayarse en sus clases de educación física pero según sus propias palabras "preferiría morir y reencarnar en un cuerpo plano que seguir viviendo en este infierno".

Si Katsuki tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo volvería cuatro años en el pasado para abrazar a ese niño obsesionado por su aspecto.

"Afloja esas vendas que te estás lastimando."

"Llora todo lo que puedas y levántate como el guerrero que eres, aún queda luchar y ser el nuevo símbolo de la paz que dará un espacio seguro a más personas como tú"

"Vas bien, paso a paso lo estás logrando."

Palabras que siempre necesitó y nunca le brindaron.

Palabras que daría a una infancia si la veía en su misma situación.

—¿Qué es un binder, Kacchan?— Preguntó un dulce y pequeño Izuku de catorce años quien curioso había estado espiando desde el hombro de su amigo de la infancia solo para descubrir que este había estado buscando binders en Google desde su teléfono

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—¿Qué es un binder, Kacchan?— Preguntó un dulce y pequeño Izuku de catorce años quien curioso había estado espiando desde el hombro de su amigo de la infancia solo para descubrir que este había estado buscando binders en Google desde su teléfono.— Parece un top deportivo...

—¿Te importa? Para de husmear y consíguete una puta vida—

Izuku infló sus mejillas con molestia.

—Te pregunto por que ví que no cuestan una fortuna, podría conseguirte uno por internet o mandarlo a hacer con un costurero—

—¿Por qué la insistencia? No te incumbe y no me tienes que comprar una mierda ¡Solo piérdete y déjame tranquilo!— Alzó tanto la voz que incluso llegó a llamar la atención de su profesor y alumnos a su alrededor. No por haber gritado ya que todos estaban acostumbrados, sino por una palabra en específico.—

—¿Tranqui.."lo"?— Cuestionó su profesor y tutor a lo que todos empezaron a reírse— Creo que debes poner más atención a tus clases de Lengua, Katsumi. En tu caso sería "tranquila" y aprovechando esta situación el director ya me llamó la atención por tu uniforme, el reglamento exige a las mujeres usar falda hasta las rodillas así que será mejor que consigas una y dejes de usar pantalón ¿Quedó claro?

Katsuki solo asintió y se hundió en su asiento con furia por haber sido avergonzado frente toda la clase, Izuku se sintió pésimo por ser el causante del mal humor del rubio.

Al día siguiente Izuku llegó corriendo con una pequeña caja en sus manos, su débil cuerpo no daba para un paso más pero lo único que le animaba a seguir era encontrar y disculparse apropiadamente con el joven Bakugo. En cuanto lo encontró le entregó la caja adornada con un listón rosa y papel de colores, todo esto mientras hacía una reverencia a modo de disculpa.

—¡Lamento haberte puesto en aprietos con el profesor! Es solo que te ví tan concentrado en tu teléfono en vez de la clase que supuse que querías conseguir eso a toda costa y por eso quería ayudarte— Su voz tan temblorosa y apenada hacían que cualquiera que se les quedase mirando sospechara de ambos, de lejos parecía una declaración de amor.— No me odies Kacchan, yo solo quiero llevarme bien contigo. Por favor acepta este regalo como mi disculpa.

Ni siquiera esperó una respuesta por parte de Katsuki, Izuku solo salió corriendo del lugar con las últimas fuerzas que portaba para no ser explotado frente a toda la escuela.

—¿Qué te regaló tu novio, Katsu?— Preguntó uno de sus amigos con un claro tono de burla. Katsuki no se molestó en perder su tiempo contestando su pregunta y solo abrió su regalo mal envuelto, casi lo suelta de la sorpresa.— ¿Un sujetador? JAJAJAJAJAJA ¡¡¡Midoriya si que es un pervertido!!!

Mientras que el peliazul moría de la risa Katsuki estaba sonrojado hasta las orejas, no era un sujetador, era un binder de buena calidad y muy suave al tacto, sin molestas varillas las cuales podrían lastimar su piel y con los broches perfectamente cosidos para poder apretar sin que se desgastara la tela.

Para Izuku solo fue un presente para intentar llevarse mejor con quien alguna vez llamó su mejor amiga, para Katsuki fue el desencadenante de una serie de sentimientos hacia el chico al cual consideraba el rey de los Nerds.

Aquél binder sigue estando en el armario de Katsuki pese a ya no necesitarlo, es su posesión más preciada junto con su anillo de promesa

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Aquél binder sigue estando en el armario de Katsuki pese a ya no necesitarlo, es su posesión más preciada junto con su anillo de promesa. Pese a tener cuatro años, ya no quedarle y estar totalmente desgastado se niega a deshacerse de él, cuando Izuku sugiere desecharlo Katsuki siempre amenaza con tirar una figura de acción de All Might junto con su binder, esa es la única manera en la que su novio puede entender cuan especial es ese pedazo de tela.

Tal vez Katsuki no fue el mejor amigo en su época de secundaria, siempre que recordaba esos años a su mente venía la vez en donde sugirió lanzarse de un techo al amor de su vida, lo único bueno que pudo rescatar fue ese regalo tan hermoso que hizo que sus llantos de cada noche cesaran al ya no tener que herirse con las vendas.

Desde ese día amó a Izuku como a ningún otro hombre en su vida, supo que sería la persona con quien querría pasar el resto de su existencia y todas las reencarnaciones posibles.

Por que si, estaba seguro de que este amor era tan inmenso que no podría durar solo una vida. Mínimo tendría que permanecer por 100 generaciones y así podría estar contento.

Por que él quería ser Katsuki Midoriya.

O tal vez Izuku quisiera convertirse en Izuku Bakugo. Aún no lo tenían en claro, pero sea cual sea el apellido que tomen en unión estaban seguros de que vivirían su felices para siempre como héroes, como esposos y como una familia.

Ya sea siendo Bakugo o Midoriya, su amor sería una gran historia para contarle al mundo entero.













Corto número 3
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¡Estamos saliendo! • DekuBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora