~Shhh... Es un secreto~

87 10 14
                                    



- To-todo lo que tu quieras. – Estaba la mar de nervioso pero por ahora su deber era planear las citas y ella se encargaría de los demás, parecía sencillo pues Momo era la que tenía labia diplomática y podía lidiar con todos; él en cambio, se dejaría llevar por sus impulsos y sentimientos y no podía darse ese lujo, no podía meter la pata y perder a la chica; la única por la que se sentía más que atraído y sumamente idiotizado desde primer año; ya 2 años después y en la recta final del curso escolar, no podía alocarse; ni siquiera siendo verano.

Ella por su parte se sentía como en un sueño, en un encantador sueño de verano y lo que menos quería era ser juzgada por todos, las palabras de su amiga fueron contundentes y con eso se quedó, así que prefería mil veces perderse en los lindos ojos grises del pelinegro a pensar en todo lo demás.

- Por ahora que sea nuestro secreto. –

- Am... ok. – Awase se sintió mejor porque ella no lo estaba rechazando, simplemente quería que las cosas se hicieran de manera correcta y a él eso se le olvidó. – Perdón Yaoyorozu. –

- ¿Cómo? – Preguntó mirándolo sin comprender.

- Es que pensé cosas extrañas, no soy bueno para estas cosas, es la primera vez que... bueno que invito a alguien a salir y que... be-beso a alguien también. – Y tuvo que mirar a otra parte porque sentía la cara hirviendo, se le encendió pero la penumbra ayudaba a que no se le notara tanto.

- Bueno estamos en igualdad de condiciones. – Dijo ella mirando hacia la ventana, jugaba con su cabello que tenía suelto y revuelto como para entretener las manos en algo porque también se había sonrojado. Awase se sintió emocionado de verla tan apenada así que se deslizó por el asiento y tomó su mano haciéndola girar el rostro; entonces ella le miró y se topó con sus ojos y su sonrisa, el cabello revuelto y húmedo y no dudó en sonreírle. – Pero no deberíamos demorar más. – Dijo y él captó que debían regresar así que se sentó frente el volante y encendió la camioneta para irse.

El regreso fue silente porque ella se estaba quedando dormida y Awase aceleró un poco para llegar pronto y antes de entrar en la enramada que se adentraba hacia las cabañas le habló suavemente.

- Yaoyorozu, ya estamos llegando. –

- ¡Oh! Lo siento Awase san. –

- ¿Sentir qué? No te disculpes, es normal. – Y atravesaron la entrada que habían hecho con antorchas de aceite y el chico buscó el estacionamiento. Ella se bajó con la bolsa de comida y él se entretuvo escondiendo atrás del asiento las chapaletas y los visores, lo que si se llevó fue la toalla y luego la alcanzó para darle a ella la suya; ella no dijo nada pero le sonrió y él por igual y se fueron a sus respectivos bungalous para descansar. Pero ninguno de los dos descansó...

*toc* *toc* *toc*

- Abre Kaibara. –

- ¿Awase? Ya me estaba durmiendo. – Pero no le pudo decir nada porque su amigo lo empujó por el pecho entrando en la habitación y metiéndose para cerrar la puerta tras de sí. - ¿Qué demonios? –

- Necesito hablar de esto con alguien o me voy a volver loco. –

- ¿Qué te pasó en el pelo? –

- Am... -

- ¿Te bañaste? –

- No, en la playa sí. –

- ¿En la playa? – Y le vio la toalla en las manos y frunció el ceño. - ¿Me explicas? –

- Si se entera que te dije ella va a matarme o a odiarme o ambas así que no digas nada. –

~Summertime Love~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora