- To-todo lo que tu quieras. – Estaba la mar de nervioso pero por ahora su deber era planear las citas y ella se encargaría de los demás, parecía sencillo pues Momo era la que tenía labia diplomática y podía lidiar con todos; él en cambio, se dejaría llevar por sus impulsos y sentimientos y no podía darse ese lujo, no podía meter la pata y perder a la chica; la única por la que se sentía más que atraído y sumamente idiotizado desde primer año; ya 2 años después y en la recta final del curso escolar, no podía alocarse; ni siquiera siendo verano.
Ella por su parte se sentía como en un sueño, en un encantador sueño de verano y lo que menos quería era ser juzgada por todos, las palabras de su amiga fueron contundentes y con eso se quedó, así que prefería mil veces perderse en los lindos ojos grises del pelinegro a pensar en todo lo demás.
- Por ahora que sea nuestro secreto. –
- Am... ok. – Awase se sintió mejor porque ella no lo estaba rechazando, simplemente quería que las cosas se hicieran de manera correcta y a él eso se le olvidó. – Perdón Yaoyorozu. –
- ¿Cómo? – Preguntó mirándolo sin comprender.
- Es que pensé cosas extrañas, no soy bueno para estas cosas, es la primera vez que... bueno que invito a alguien a salir y que... be-beso a alguien también. – Y tuvo que mirar a otra parte porque sentía la cara hirviendo, se le encendió pero la penumbra ayudaba a que no se le notara tanto.
- Bueno estamos en igualdad de condiciones. – Dijo ella mirando hacia la ventana, jugaba con su cabello que tenía suelto y revuelto como para entretener las manos en algo porque también se había sonrojado. Awase se sintió emocionado de verla tan apenada así que se deslizó por el asiento y tomó su mano haciéndola girar el rostro; entonces ella le miró y se topó con sus ojos y su sonrisa, el cabello revuelto y húmedo y no dudó en sonreírle. – Pero no deberíamos demorar más. – Dijo y él captó que debían regresar así que se sentó frente el volante y encendió la camioneta para irse.
El regreso fue silente porque ella se estaba quedando dormida y Awase aceleró un poco para llegar pronto y antes de entrar en la enramada que se adentraba hacia las cabañas le habló suavemente.
- Yaoyorozu, ya estamos llegando. –
- ¡Oh! Lo siento Awase san. –
- ¿Sentir qué? No te disculpes, es normal. – Y atravesaron la entrada que habían hecho con antorchas de aceite y el chico buscó el estacionamiento. Ella se bajó con la bolsa de comida y él se entretuvo escondiendo atrás del asiento las chapaletas y los visores, lo que si se llevó fue la toalla y luego la alcanzó para darle a ella la suya; ella no dijo nada pero le sonrió y él por igual y se fueron a sus respectivos bungalous para descansar. Pero ninguno de los dos descansó...
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- Abre Kaibara. –
- ¿Awase? Ya me estaba durmiendo. – Pero no le pudo decir nada porque su amigo lo empujó por el pecho entrando en la habitación y metiéndose para cerrar la puerta tras de sí. - ¿Qué demonios? –
- Necesito hablar de esto con alguien o me voy a volver loco. –
- ¿Qué te pasó en el pelo? –
- Am... -
- ¿Te bañaste? –
- No, en la playa sí. –
- ¿En la playa? – Y le vio la toalla en las manos y frunció el ceño. - ¿Me explicas? –
- Si se entera que te dije ella va a matarme o a odiarme o ambas así que no digas nada. –
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~Summertime Love~
FanfictionAquello que comenzó como un crush en el primer campamento de verano, ahora era un intenso amor, ¿será acaso el último campamento el momento ideal para confesarle sus sentimientos? Dicen que el amor de verano es el más intenso de todos~ ¿Durará para...