CAPITULO 13

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No sabía que decir, lo tenia entre mis brazos y él me abrazaba, jamás me sentí tan tonto, pero cualquier cosa que se me ocurría era estúpida, no podía bromear, no podía irme, no podía hacer preguntas, mientras solo acariciaba su costado y parte de su espalda.

Mantuve mis ojos cerrados sin soltar el agarre, recordaba una y otra vez sin poder evitarlo, era tan extraño no saber que sucedía, poco a poco me dio sueño quedando dormido.

Intente dormir toda la noche, pero solo dormite por ratos, nunca lo solté no deje que se alejara de mis brazos; espere a la mañana donde mi celular comenzó asonar la alarma no sabía dónde había quedado, pero no me levantaría de la cama.

Me desperté de escuchar un corto tiempo la alarma, intente moverme, pero aún estaba en sus brazos, por lo que me quedé quieto, pensando que él dormía.

—duerme otro poco la alarma no tarda en dejar de sonar— dije sin soltarlo con la voz ronca, sin abrir los ojos.

Solo me reacomodé un poco entre sus brazos intentando dormir otra vez, y si aún era temprano como para andar despiertos, las alarmas pararon un momento más tarde y pude dormir de nuevo.

Pasaron algunas horas, seguramente mi celular se le había terminado la batería porque no volvió a sonar y ya era algo tarde, DongHae despertó enseguida. — buenos días. — dije quitando los mechones traviesos que tapaban su rostro seguido de una caricia en la mejilla.

Intenté estirarme un poco, pero sus brazos me lo impidieron —buenos días— respondí un tanto sorprendido, con una pizca de emoción y una leve sonrisa.

—¿Cómo dormiste?, ¿Cómo te sientes? — dije dando un beso en su frente.

—bien eso creo, también me siento bien— dije un tanto tímido.

—anda ve a darte una ducha, pediré el desayuno, luego yo debo ir a la empresa y tú a tus clases ¿ok? — solté el abrazo para reincorporarme en la cama.

Asentí levemente, quitándome un poco dándole el espacio a la vez que jalé una cobija tapándome, apenas me senté en la cama un dolor tan incomodo se hizo presente, me removí haciendo gesto.

—¿Qué sucede, todo bien? — lo miré preocupado y pronto comprendí lo que sucedía. —toma una ducha tibia, eso relajara tu cuerpo y, ¿aún tienes la pomada que te dio la doctora? Si la tienes úsala—

¿acaso entendía lo que me pasaba? supongo que sí, asentí enseguida y me apresuré a salir de la cama sin soltar mi sabana tratando de cubrirme completamente, fui hasta el baño, ya cerrando la puerta di un suspiro de alivio, me daba pena y no podía controlarlo.

Tomé un par de minutos mirando como había salido casi corriendo al baño, recordé la noche, tenía la incertidumbre de que iba a suceder, ¿esto se repetiría futuro? O ¿solo el momento de ayer? Trate de no pensar de más, busque mi ropa y me vestí, me urgía una ducha, pero la tomaría en casa.

Me bañe tranquilamente, la noche de ayer me invadía completamente, no podía pensar en otra cosa, era tan DIFERNTE jamás había sentido estas cosas, sus abrazos, sus besos, sus caricias me hacían sentir un afecto que nunca nates había tenido. Me desanimaba saber que solo era una condición, que todo esto pasará así, era increíble llevar las cosas por las buenas. Terminé la ducha después de un muy buen rato, me vestí y estaba colocándome los zapatos cuando el CEO entró.

—el desayuno está listo, vamos a desayunar antes de irnos— lo espere en la puerta, a que se acercara y fuéramos hasta el comedor.

La mesa estaba puesta y el olor era muy rico.

—toma asiento, por favor ten cuidado aún está caliente —le pase su plato, desayunamos tranquilamente, el silencio ya no era tan incomodo como antes, le acerque algunas rebanadas de pan para acompañar su desayuno y finalmente nos serví jugo a ambos.

~Un Dulce Pago~🍭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora