Ya no dije nada más, bajé hasta el despacho y ya estaba ahí la maestra esperando, esta vez iba un poco entusiasmado y así mis clases pasaron un poco más rápido, salí no muy tarde incluso unos minutos antes de completar la hora, solo que la maestra me había dado una noticia que me preocupaba un tanto, en cuanto pude fuí inmediatamente a la habitación del CEO, pero él se encontraba durmiendo, me acerque lo más sigilosamente posible a la cama y me recosté a lado suyo, le miré por largo rato tratando de entender por qué se había enfermado, más aparte el recado que había dejado la maestra me preocupaba cada vez más, de tanto pensar y estar ahí recostado me quede dormido junto al CEO.
desperté un par de horas más tarde, Hae yacía a un lado dormido, deseaba estar más tiempo ahí a su lado, pero el dolor en mi espalda era intenso, por lo que me levanté de la cama y salí un rato a la terraza a tomar un poco de aire fresco.
Desperté ya muy tarde, lo primero que note es que el CEO no estaba en la cama, me levante rápido, fui hacia el baño, pero la puerta estaba abierta, desde adentro alcance a mirar que estaba sentando el sofá de la terraza, salí acercándome ya más tranquilo. -¿se encuentra bien CEO? - hice una ligera pausa -lamento haber dormido tanto- hice una reverencia.
-desperté y me encontraba un poco incomodo, decidí salir para descansar un momento mi espalda y así te dejaba dormir- suspiré y me puse de pie -¿Cómo dormiste? - me dirigí a él.
-Dormí muy bien gracias- al momento recordé lo que la muestra había dicho la sonrisa se desvaneció.
-¿pasa algo? -lo miré expectante.
-la maestra me dijo que debo ir a un curso fuera del país por dos semanas, que en cuanto se recupere hablara con usted para hacérselo saber - tenía miedo no quería irme.
Me extraño demasiado su comentario ya que la maestra no había dicho nada, tome un leve respiro, -no debes preocuparte por ello seguramente, se confundió, por el momento pidamos de cenar tengo un poco de hambre-
El mismo CEO tomo el teléfono y llamó a la cocina pidiendo la cena, cenamos tranquilos y en silencio, yo solo pensaba en eso que me había dicho la maestra, llevé los trastes de regreso a la cocina y regresé a la habitación, el CEO se dispuso a dormir y yo salí al despacho para hacer las tareas, ya que por haberme dormido no las había hecho, subí a dormir pasado de las doce un tanto cansado.
Por la mañana siguiente muy temprano el celular sonó insistente, tuve que levantarme a prisa e ir de inmediato a la empresa, apenas y di un beso a Hae en la frente.
De nueva cuenta al abrir los ojos estaba solo en esa habitación , me preocupe ¿se habrá puesto mal y no me entere?, fui rápido a investigar, pero me dijo la mujer mayor que había ido a trabajar, cuestione el ¿por qué?, si estaba en reposo, pero básicamente me dijo que no interviniera demás, entonces fui a clase, así que mi día transcurrió más o menos normal. Estos días habían sido muy rutinarios superficialmente, pero emocionalmente estaba sintiendo cosas diferentes, esa atención, esos besos, abrazos, nunca había tenido esa atención ni siquiera un poco, tal vez ni un poco de lastima, pero el CEO me pone alegre, aunque sé que no soy más que su pago y que no puedo sobrepasar mis limites, estos días él me ha consentido tanto, me dijo que yo le encanto, me pide que lo acompañe a comer, me da regalos, siempre me besa y me abraza me pide que duerma a su lado, me terminaba de arreglar y me miraba en el espejo dejando salir una sonrisa tonta, ayer me dijo que yo le gustaba, así como cuando a un chico le gustaba una chica porque es bonita, me miraba atentamente en el espejo, eso quería decir que ¿yo le gustaba al CEO, porque era bonito?, el CEO también era un hombre muy guapo y que yo le gustara me hacía sentir feliz, no podía dejar de pensar en eso, tocaron la puerta haciéndome reaccionar -adelante-
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~Un Dulce Pago~🍭
FanfictionEunHae ❣️ Un joven CEO de nombre Lee Hyuk Jae disfruta de su fortuna, libertad y poder que posee a sus 25 años de edad. Siendo tan frío, calculador disfruta de su más grande placer el dolor causado por él hacía los demás. Sin contar que el pago de...