SungHoon:
en un rato iré a tu casa, necesitamos hablar.
Jake leía una y otra vez el mensaje mientras rascaba detrás de sus orejas y caminaba por toda su habitación. Hacía unos minutos que había leído el mensaje de que SungHoon había dejado en su chat pero nunca se atrevió a responder, toda su atención se desvío en el qué sucedería. El hecho de que SungHoon no enviara uno de esos stickers extraños pero graciosos, o dejara un "te amo" al final de la frase le daba un par de indicadores a sabiendas de lo que podría ser.
No estaba preparado, o tal vez sí. A veces se sentía un tanto indeciso y arrepentido de todo el desastre que se estaba volviendo su vida; una mudanza, la muy probable ruptura de su novio, el hecho de que conoció a alguien más y, aunque eso pudiera resultar una clase de alivio en su corazón entre tantos problemas, de igual forma todo junto pesaba en su consciencia al punto de haber llorado de frustración durante un período de lío mental.
Sin embargo, ya no podía hacer nada. Había acordado juntar todo el dinero para Hee y comprar finalmente la casa para igualmente firmar el contrato.
HeeSeung...
¿Estaba haciendo bien?
Había escuchado muchas veces que era bueno alejarse de lo que no le hacía bien, de dónde no estuviera cómodo y poder independizarse finalmente. Ya era alguien mayor de edad y su hogar siempre sería lo mismo, la cúspide de la soledad. De no ser por SungHoon y la trabajadora a la que sus padres pagaban con quién se encontraba y charlaba en el almuerzo, se habría vuelto loco en cualquier momento.
El timbre sonó y mientras se ponía los zapatos con las manos temblorosas escuchó a SooMi abrir la puerta. SungHoon le saludó amablemente como cada noche en la que iba y subió las escaleras encontrando a Jake saliendo de su habitación, quién apenas iba a recibirlo.
── ¿Quieres pasar? ──cuestionó el mayor viéndole con sus lindos ojos. SungHoon asintió algo apenado.
Cuando ingresaron al cuarto, JaeYoon cerró la puerta y se sentó en la cama junto a SungHoon, quien tenía la cabeza gacha y jugaba con sus manos a señal de nerviosismo.
── Jake... ──murmuró con una voz suave.
── ¿Sí...?
El cuerpo de Park le rodeó fundiéndose en un abrazo y, para su sorpresa, comenzó a sentir las lágrimas del más alto enterrandose en su hombro. De inmediato se aferró de igual manera a SungHoon y dejo caricias en la cabellera contraria intentando relajar al menor.
── Lo siento si... ──comenzó a hablar──. Si no fui el mejor novio, ¿sabes? Yo... Sé que no eres feliz aquí, si fui parte de esa infelicidad, en verdad lo siento ──lamentó.
── Esto no es por tí...
── ¿Y por qué vas a irte?
SungHoon levantó la vista y miró a JaeYoon con sus ojos cristalinos por el llanto y con los aires de inferioridad que solía dar a conocer. Aún no se separaban, por lo que tenerlo tan cerca le hacía sentir cálido y extraño al mismo tiempo.
── ¿Cómo te enteraste? ──cuestionó Jake con la voz temblorosa.
── Ví los papeles de la compra de la casa, los que aún no firmas...
Shim cerró los ojos, se comprometió a decirle a SungHoon que se iría de ahí en cuanto terminara de pagar sus adeudos y esas cosas, pero Park lo descubrió antes.
── Hoon... Yo ya no soy feliz, definitivamente no es por tí, es decir, todo mi entorno, todo lo que me rodea me hace alguien que no quiero ser. He decidido irme de aquí y mis padres no podrás detenerme, probablemente ni noten mi ausencia. Quiero ser una mejor persona y y mejorar por mi mismo.
[...]
Hee estaba jugando con su celular recostado en su cama, debatiendo en si quería ir o no a una tienda que convivencia. Sus piernas se negaban rotundamente pero su estómago rogaba por alimentarse ya que no había comido desde el desayuno y ya eran alrededor de las 11PM.
En eso, la parte posterior del aparato dejó ver una llamada entrante.
Contestó inmediatamente al leer el nombre: JaeYoon.
── ¿Sí?
── ¿HeeSeung? ──escuchó la voz del otro lado de la línea.
── ¿Jake...? ¿Por qué lloras?
sorry si hay errores, no lo revisé antes de subir xdd.
regalenme una estrellita ↻
ESTÁS LEYENDO
𝖜𝖊𝖘𝖙 𝖈𝖔𝖆𝖘𝖙 ✓
Fanfiction── silencio bebé. ──dijo heeseung dando una calada a su cigarrillo y pasando su diestra por el suave cabello de jake. el menor solo se aferró más a su pecho, sonrió. la música en el auto se reproducía a bajo volumen mientras el humo del tabaco huía...