Tide

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—Estará más seguro aquí, por el momento.

—¿Cuánto tiempo crees que…? 

—No hay manera de saberlo. Fue demasiado, se llevó al límite y ahora…

Hablaban, pero sus voces se oían distantes a pesar de la cercanía, como si viniesen de otra habitación. De vez en cuando, escuchaba apenas un estruendo proveniente del campanario, el cual, en todo ese tiempo no lo tocó tan profundo como la voz fría y severa que lo trajo de vuelta de su ensimismamiento.

—Es tu culpa.

<<Es tu culpa.>>

Al igual que el sonido de las campanas, su acusación regresó una y otra vez en la mente de Jung, quien levantó la mirada de las facciones pálidas del herido para ver a la persona que le hablaba.

Seonghwa estaba de pie en el marco de la puerta, mirándolo hostil. Wooyoung no tuvo ánimos de contestar, ni mucho menos pelear, así que, sin decir palabra alguna retornó su mirada a Hongjoong. 

—¿No vas a decir nada? —preguntó entrando a la habitación, sin la mínima intención de dejar las cosas así.

Mingi y San, presentes también ahí, lo miraron confundidos con su expresión rabiosa.

—Hwa… —habló Mingi, posicionándose entre él y el humano cuando vio que se acercaba, casi intuyendo que, de no interponerse, Seonghwa sería capaz de hacerle algo.

—Hongjoong terminó así por él, ¿Por qué lo trajeron consigo? —Continuó, mirando está vez con enfado a Mingi— Es mejor que se vaya de aquí.

La voz de Seonghwa se alzaba cada vez más, causando aparte de indignación, una tristeza en Wooyoung quien apartó una vez más su atención del muchacho postrado en la cama.

—Él está herido ¿Y lo único que te importa es echarme? —le respondió suavemente, sin querer empeorar los ánimos ya exacerbados. No obstante, sucedió todo lo contrario, pues Seonghwa se indignó mucho más.

—¿Con qué derecho te sientes tú para decir eso? Es mejor que cierres la boca, humano, a no ser que quieras que te la arranque.

Wooyoung pudo haberle temido, pero lo cierto es que, como lo había hecho con Casio, tuvo deseos de darle un puñetazo en toda la cara. Tal vez fue su rostro o la repentina tensión de su cuerpo la que alertó a Mingi y por ello volvió a entrometerse, ya contagiado con la ira de ese par.

—No es momento para pelear. —dijo mirando específicamente a Seonghwa.

—¿No entiendes? No quiero que él esté…

En todo ese tiempo, San se mantuvo al margen, apenas mirando por la ventana la tarde tranquila, pero al escuchar la última oración de Seonghwa se puso en pie bruscamente del alféizar llamando la atención.  Sus oscuros ojos barrieron a los jóvenes, dejando en claro su enfado. 

—¡¿Podrían cerrar la boca?! Por más que me joda que este humano esté aquí, es lo que Hongjoong querría, después de todo, él lo protegió. Además…—San caminó a la salida a zancadas y añadió sin voltear— Deberían discutir sobre cómo salir de esta mierda, joder.

Se oyó el portazo y los presentes quedaron en silencio. Seonghwa no pudo argumentar más nada, pues San tenía razón en ello, aunque lo odiase. Se dió por vencido entonces, pasando por el lado de Woo para ver al pelirrojo. Extendió su mano y con suavidad tocó la frente de Hongjoong aligerando su expresión molesta.

—Hazte a un lado —masculló sin dignarse a dirigir la mirada al humano. 

Wooyoung había seguido sus gestos a detalle y una molestia se instaló en su pecho, más no se negó ni mostró expresión alguna con los deseos de mantener la paz. Mingi llamó su atención y con una seña de su cabeza, le indicó el alféizar, pidiéndole en silencio que tomara asiento ahí. Al levantarse de la silla, Seonghwa tomó su lugar rápidamente, al lado de Kim.

Vendaval [Woojoong/Hongwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora