Capitulo 3

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                        Jane Cooper

Nos dirigiamos al aeropuerto mis padres Cloe y Lucas, Peter no quiso venir ya que tenía clase de atletismo y no podía faltar pero si me despedí de el.

Mi padre aparcó el coche en el aeropuerto, ya no encontrabamos dirigiéndonos entre la multitud y anunciaron mi vuelo los vi por unos segundos y contuve las lágrimas. Mamá me vio y se acercó.

—Bueno hija—dijo casi llorando—Espero y te abrigues  bien te echaremos de menos Jeny— me abrazó y mis hermanos y mi padre se unieron al abrazo.

Me aparte les dedique una sonrisa y me gire para luego desaparecer entre la multitud.

                   –––––––––––––

Al bajarme del avión entre la multitud buscaba a una chica alta pelo castaño y ojos color miel, era mi prima Luisa y en efecto la encontré pero con ella por la postura pude deducir que era mi tía Marta me vine a vivir con ellas el tiempo que estaría en la universidad.

Luisa clavo los ojos en mí y pegó un saltito de emoción así que empezó a correr y a tropezar a las personas hasta que se lanzó hacia mí y estuvimos abrazadas unos minutos.

—¡AAAAAAAAAAAA!!!—¡POR FIIIN ESTAS AQUIIII!!!

—¡YO TAMBIÉN TE EXTRAÑE!!— Chillé

Mi tía se acercó y me abrazó.—Que gusto volver a verte sobrina.

Le dedique una sonrisa y la abrace

—Venga vamos al coche para ir a casa—Me dedico una sonrisa amigable.

Por el transcurso del camino hablábamos de todo por cualquier tontería que se formará en la conversación hablamos de mis hermanos y de mis padres, y más allá de las clases.

Mi tía era la hermana de mi madre vivía con sus hijos Steve el mayor.

Luisa que me llevaba un año  así que yo así que no iba a estar sola por los pasillos de la universidad cabe destacar y Nicolai que era el menor con dieciséis años.

No había mucha diferencia entre Nicolai y Luisa la verdad.

Solo se llevaban dos años

Nos dirigimos a casa mi tía vivía en un vecindario tranquilo.

Los vecinos se la llevaban bien casi no se veían quejas o eso pensaba yo.

La verdad si he venido cinco veces y es mucho.

Llegamos mi tía aparcó el coche y nos bajamos yo saqué mi maleta y mi bolso y mi tía me hizo una seña para que pasará.

La casa por fuera era blanca con ventanas los marcos de estas eran doradas, era de dos pisos la casa por dentro había un lado para colocar  las chaquetas el sofá grande cuadros en las paredes al frente del sofá una televisión, la mesita y unos accesorios muy lindos.

Mi prima se dejó caer en el sofá y me vió.

—Bueno primita siéntete como en casa—dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

—Ahorita te llevo a tu habitación solo déjame organizar el desastre que dejó Nicolai acá— musitó y puso una mueca. 

Me aclare la garganta antes de hablar.

—¿Y porque no lo recogió el?—Pregunte confusa

— Es un pesado tiene dieciséis años y el muy idiota cuando va a a sus "prácticas" de  fútbol deja un reguero—hizo unas comillas con los dedos y puso una mueca, no pude evitar soltar una risita.

Entre El y EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora