Resurrecciones

Capitulo 9

"¿Se supone que este bar debe contener a todos en la estación?"

El oficial Line parecía tan escéptico como lo estaba Azula, pero no lo negó. “Sí, supuestamente. Sin embargo, no dudo que terminaremos con gente borracha tratando de invocar deidades imaginarias aleatorias de la literatura del siglo XX en la capilla, o algo así. 

“Es por eso que estas fiestas siempre son tan dolorosas”, agregó la oficial Wright desde su silla, ya había tomado una especie de bebida rojiza, un Sec si la princesa recordaba correctamente, lo cual no era una buena señal. "Terminas con gente deambulando por los malditos solares de todos-"

"Oye, oye, cuida tu lenguaje alrededor de la realeza, ¿verdad?"

Ya no eres realeza...

No...

Azula siseó por lo bajo, mirando directamente al cantinero. "Me importa una mierda".

"Está bien, está bien", dijo el hombre lagarto carmesí a su lado. "Lo entendemos."

Sin decir nada más, la princesa -ex princesa, no pienses en eso- miró alrededor de la habitación sorprendentemente vacía. Todavía era tarde, por lo que aún no había mucha gente allí, en su mayoría solo el personal de seguridad y el cantinero. Incluso el payaso no había llegado, aunque Azula sabía que eso probablemente no duraría mucho.

Si hay que creer en Officer Line, solo pensar en él lo convocará...

"Entonces, ¿qué debo hacer aquí?"

La mujer policía chasqueó un dedo de su mano protésica contra el vaso. "¿Qué piensas, Azula?"

"Eso no es exactamente lo que quise decir", respondió lacónicamente. "Prefiero hacer algo útil-"

"Se supone que esto es divertido, chico". Line también estaba buscando un trago, y Azula comenzó a preguntarse si tomar uno temprano sería una buena idea, antes de que realmente comenzara el caos. “No tienes que ser útil todo el tiempo”.

YO-

“Soy un miembro del departamento de Seguridad, ¿no?”

En ese momento, el oficial Wright se giró y miró hacia la entrada. "¡Oye, Green, dile a Azula que puede relajarse!"

La princesa se dio la vuelta rápidamente y vio al oficial superior entrar en el bar. Parecía tan confiado como siempre, era visible en la forma en que caminaba y en cómo sus ojos azules escaneaban la habitación. Cosas que notó conscientemente, incluso si otras personas no lo hicieron. Un legado de su pasado, es mi pasado , como la Princesa Heredera, solo uno de muchos.

... pero ¿qué soy ahora?

aun no se que hago aqui...

“No tienes que ayudarnos si no quieres, Azula”, dijo el oficial Green, y por supuesto su voz era tan tranquila e inmutable como siempre. “Te mereces la oportunidad de descansar y hacer lo que quieras”.

La estática en los bordes de su mente siseó en represalia, fusionándose en una forma más familiar. "Y lo que quiero es que no me tengan lástima, Verde".

"No te tenemos lástima, chico". El hombre lagarto frunció el ceño, no muy tristemente. “Es simpatía. Emoción diferente, estoy bastante seguro”.

Azula no respondió, sino que se sentó en una de las sillas más suaves frente a la barra y miró hacia el espacio, o hacia la pared, como sucedió. Sabía que los susurros y el odio regresarían, pero aun así cortaron profundamente y tiraron de sus nervios. Lo que los había provocado, solo podía adivinarlo, pero eso no cambiaba nada. Todavía estaban allí, todavía tratando de separarla.