CAPÍTULO 1: IMPLORO SONREIR ANTES DE LA PERDICIÓN

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                                      14/4/1975

Hoy me dieron el trabajo, por fin, después de tantas solicitudes rechazadas por fin, por fin obtuve una y no quiero desaprovecharla, estoy muy emocionado, mañana me dirán que es lo que debo hacer y mis horarios pero la verdad eso no me importa, lo importante es que lo conseguí.

Se lo conté a mi exmujer Mónica por teléfono, me dijo que ya era hora de que consiguiera algo, luego me insultó y siguió con el invento de que por mi culpa nuestro hijo había muerto, yo jamás le haría daño a un hijo, no pude con sus insultos y la insulte pero comencé a llorar, no pude evitarlo... estaba muy nervioso y alterado por lo que me decía.

Ella nunca me amó, siempre me humilló, siempre me trataba mal y siempre les decía a los vecinos cosas horribles de mí que yo no hacía, ella siempre inventó todo, no se porqué es así si yo la amaba demasiado y tal vez la sigo amando pero eso a ella no le interesa, es muy injusta además... Su madre siempre la apoya...

Llegué a mi casa desgastado emocionalmente luego del aviso del empleo y de la llamada que tuve con mi exmujer, solo quería recostarme en mi solitaria cama, vivo solo, ya ni siquiera tengo vecinos, todos se mudaron por el escándalo del año; no tengo nadie con quien platicar, la casa está muy vacía solo estoy yo, cucarachas y algunas ratas, el ambiente ya no es el mismo; el cuarto de mi hijo está empolvado y sin luz, solo existe la oscuridad solitaria en mi casa, esta soledad a veces me sofoca.

Quisiera devolver el tiempo, quisiera que mi mujer y mi hijo estén conmigo a pesar de lo que me hacía, ella nunca me dijo como murió, nunca quiso decirme, a veces pienso que ella tuvo algo que ver en el fallecimiento de nuestro hijo, tengo tantas preguntas de las cuales no sé si obtendré respuesta algún día, ni siquiera sé si sufrió, era tan pequeño... no puedo imaginar en el dolor que sintió sus últimos minutos de vida, me atormenta pensar en su muerte pero no puedo dejar de hacerlo, es algo que me sigue cuando voy a dormir y es algo que me despierta cuando consigo dormir. No cabe duda que estoy siendo prisionero en las alcantarillas de mi mente de un crimen sin ser culpable.

Por favor hijo mío si te hice algún daño perdóname en donde sea que estés perdóname, mi hijo, mi pequeño Elías; en una semana es tu cumpleaños, no creas que se me ha olvidado, aunque ya no estés aquí te compraré regalos y adornaré tu cuarto con esas caricaturas que te gustaban. Recuerdo cuando prendías la televisión y te brillaban los ojos cuando veías esas caricaturas y te disfrazabas de ese superhéroe de traje negro, luego te sentabas enfrente y te quedabas hipnotizado esa larga hora, me encantaba verte felíz, pero luego llegaba tu madre y te sacaba a la fuerza de la habitación pero tú no querías y te resistías y aún así ella te sacaba, se que nunca me amó pero no tenía porque tratarte así, no te lo merecías.

Mi vida nunca ha sido buena siempre fui la vergüenza de la familia que construí, no me querían ver con tu madre y contigo juntos, pienso que devido a que no tenía un buen trabajo y luego me despidieron o porque era muy débil ya que aveces me daba miedo mi esposa con esos arranques de furia, estaba tan llena de odio que a veces me hacía temblar encerrado en el baño tapándome los oídos, a pesar de que me los tapaba me era imposible no escuchar los golpes de la puerta que ella hacía y sus gritos ordenándome que saliera del baño para pegarme yo solo le rogaba que no lo hiciera estando el niño pero ella no entendía y más se enfurecía; entre golpes a la puerta y gritos me dormía. Una vez saliendo del baño después de pasar la noche allí descubrí que se había llevado mi dinero, dinero el cual yo estaba guardando para llevar a mi hijo a comer, ¿eso es un pecado?, al parecer sí, estos recuerdos traumatizantes están acabando conmigo, hay veces que me cuesta respirar además creo que estoy bajando de peso, el no saber que le pasó a mi hijo me carcome el alma, quiero respuestas pero no las consigo nadie me dice nada, nadie se acerca a mí a contarme la verdad, todos se callan y se alejan como si yo fuese una peste, nadie comprende mi dolor, solo se fijan en el dolor que siente mi esposa, son muy crueles conmigo, yo también sufro y siento, no solo ella, estoy cansado de todo esto, aveces quisiera quitarme la vida, así les haría un favor a todos pero no tengo el valor ni el coraje para hacerlo, solo de pensar que nadie vendría a rescatarme si lo hago, estoy tan deprimido, ¿qué es lo que debo hacer?, tal vez tratar de resolver mi vida pero ¿cómo? Intentaré esforzándome en mi trabajo, probablemente así me vallan aceptando, ahora solo debo tratar de dormir, espero no tener pesadillas como todas las noches.

Me pareció escuchar un ruido cuando termine el párrafo anterior vivo en un lugar retirado no creo que sea un ladrón, cuando fui a ver no había nadie, ¿me estaré volviendo loco? Será mejor que vuelva a dormir, mañana será un gran día lo puedo sentir.

LA SOMBRA DE MIS PECADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora