CAPÍTULO 6: Y COMIENZA EL SHOW

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19/04/1975

Hoy Eleonard no quiso despertarse, me dijo que quería seguir durmiendo, ya casi debo irme al trabajo, voy a encerrar al niño en el sótano, se que nadie lo escuchará gritar ni llorar pero prefiero prevenir, le daré comida y lo encerraré.

Listo, se estaba resistiendo pero no lo dejé, me da tristeza que se asuste al verme como si fuese un monstruo, eso es tan irritante, es un malagradecido, yo lo rescaté de unos padres que no lo querían y él solo sabe llamar a su mamá, no se merece el acto de bondad que yo hice por él, es un sínico. Me voy a llevar el diario tal vez escriba más al rato.

Estoy en mi hora de comida Eleonard aún no quiere salir a la luz, dice que se siente muy cansado, creo que debe estar enfermo, me dijo que quiere estar bien descansado para mañana que es el cumpleaños de nuestro hijo, iremos a comprar los preparativos para su fiesta, le pondré la ropa de su hijo al niño del sótano, le va a gustar la idea, me lo va a agradecer yo sé que si.

En la mañana me llamaron la atención por llegar un poco tarde, les prometí que no volverá a pasar. Estuve escuchando sobre la desaparición del niño, nadie sabe nada, no lo encuentran por ningún lado, solo especulan que el niño salió del parque aunque en las cámaras no sale nada creo que quieren hacerle creer eso para que no demanden la empresa. Le dije a Eleonard que todo estaría bien y que confiara en mí, también dicen que los padres estaban muy alterados y fue entonces que amenazaron al dueño para demandarlo por eso salió el tema de que el niño salió del parque, tengo que pensar hábilmente sino puedo ser culpado, ahora bien, voy a seguir con mi trabajo.

Estoy llegando a la casa y escucho al niño llorar, me está cansando... O a lo mejor estoy siendo muy duro con él, será mejor que juegue un rato, lo llevaré al cuarto de Elías y prepararé el patio para jugar a la pelota.

Tengo mala suerte, comenzó a llover, no podemos jugar así, así no hay diversión...

Desempolvaré la máquina de coser de Mónica, regresaré en un momento.


Hoy fue una noche magnífica, me estoy sintiendo realizado, fue una noche muy divertida, lo había dejado dormido en la recámara de Elías y la lluvia no cesaba, a pesar de eso, él seguía dormido, me puse el traje de rata que Eleonard robó para mí, lo pude arreglar un poco ya que estaba muy deteriorado.

Entré cuidadosamente al cuarto y cerré la puerta con llave y luego me escondí debajo de su cama y comencé a despertarlo y le canté "Despierta... Despierta... Querido niño... No... No habras los ojos, solo escucha mi canto, no... No te muevas, no grites, si no vas a despertar a tus padres, ellos duermen, tu finge hacer lo mismo; soy la voz que te acompañará todas las noches cuando te vallas a dormir, hasta que me des tus dientes, yo soy el ratón de los dientes".

Subí mi brazo y lo sentí, estaba temblando, luego toqué su brazo y después su cara, le dije que estaba muy frío y que debía cubrirse así que lo tapé con su cobija.
Metí mi mano debajo de su almohada, no había ningún diente por más que busqué no había nada, le reclamé que así no era el juego, yo debía encontrar un diente suyo debajo, así que tuve que arrancar uno con todas mis fuerzas y empezó a llorar y a gritar, eso me aturdía, no me dejaba seguir con el juego y grité que si hubiese puesto su diente yo no se lo hubiera arrancado, me obligó a hacerlo. Corrió hacia la puerta haciendo un esfuerzo inútil para salir, eso me molestó aún más y le grité de nuevo, grité que era un mal hijo y que gracias a mi él está en un hogar de verdad, tomé sus cabellos con tanta furia que casi se los arrancaba, se hacía la víctima al llorar desconsolado, ni porque estuviera sangrando yo tendría compasión por él debido a su actitud, abrí la puerta molesto, quería salir corriendo pero lo empujé y lo dejé encerrado castigado, el lloraba y gritaba pero yo no me toqué el corazón al escucharlo, no es más que un grosero, un ingrato, me quité el disfraz, solo lo dejé en el piso, pero a pesar de lo malo, conservo su diente y todavía está tibio... huelo su sangre que quedó en mis dedos, sabe tan bien...

Quise platicar con Eleonard pero no me responde, está demasiado agotado como para hablar, lo compadezco.

LA SOMBRA DE MIS PECADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora