LA SOMBRA DE MIS PECADOS

CAPÍTULO 12: LA LUZ NUNCA LLEGARÁ

                                                        26/04/1975

Ayer me quedé dormido, no supe la hora, son las 11:35 am será mejor que me aliste de una vez.

¿A dónde quieres ir?

Voy a la casa de Mónica.

¿De nuevo? ¿Por qué?

Tengo la necesidad de ver a mi hijo.

¿Crees que sea seguro?

No me importa, yo quiero ir.

¿Le avisaste a Mónica?

No, aún no, ¿qué es todo este cuestionario?

Perdón, solo me preocupa.

Estaré bien, lo prometo.

Recibí una carta de mi antiguo jefe, en la cuál decía que me consiguió un nuevo empleo, se trata de un amigo suyo, el lugar es un parque acuático, en el cual acuden muchos niños...

Es una gran oportunidad para nosotros.

Lo sé.

Será el comienzo de nuevas aventuras juntos, tengo muchas ideas nuevas, que te pondrán muy feliz, estoy ansioso.

Yo también, le avisaré a Mónica de que iré a su casa.

Listo voy para allá.

Debe ser un chiste de mal gusto lo que estoy viviendo, debe ser un juego en el que siempre pierdo; los demás solo logran decepcionarme, estoy cansado de todo esto, tanto maltrato, tanta humillación, es todo tan agotador, nadie se preocupa por lo que yo pueda sentir, todos me han señalado de que soy un miserable sin alma pero ellos son iguales o incluso peor.
Yo no les he hecho nada como para merecer esto; estuve en casa de Mónica... No sé ni cómo contarlo.

Me invitó a pasar y mi mirada se dirigió rápidamente hacia las cenizas de mi hijo, la saludé y de nuevo estaba aquel chico de la vez pasada, también lo saludé y me fuí hacia mi hijo, la silla en la que me siento ya estaba allí, de seguro Mónica me preparó el escenario. Sin un porqué me entraron unas ganas inmensas de llorar y no pude contenerme, me hinqué a él diciéndole que lo extraño pero mis llantos se escuchaban cada vez más fuertes hasta que me oyeron y se acercaron hacia mí para volverme a sentar en la silla, no tenía autocontrol en mi cuerpo, solo quería llorar y nada más; Mónica me preguntaba qué me pasaba a lo que yo no le respondía "nada", no me salían las palabras solo llanto y lágrimas, era tan difícil poder expresar algo, sentía que me desvanecía y entonces mi mente solo fabricaba una frase "mi hijo" y eso fue lo que empecé a decir una y otra vez como un loco; tomé la caja con las cenizas y salí corriendo hacia la calle arriesgándome a que me atropellaran; unas cuantas cuadras me detuve, había perdido a aquellos dos y puse la caja en un tronco cortado, abrí la caja y estaba vacía, no estaba él, ni siquiera polvo, no sabía que estaba pasando, me han engañado todo este tiempo, desgraciada maldita.
No podía respirar, quería morirme en ese momento.

Minutos después llegaron Mónica y su amigo, yo estaba tumbado en el pasto chillando como un niño desconsolado, mi corazón latía a mil por horas, cuando escuché la voz de ella me paré y me fuí hacia ella con una furia abrazadora, tenía mi alma lastimada, la quise golpear pero el chico me detuvo y le pregunté gritando que en dónde estaba mi hijo y la verdad es que no me esperaba su respuesta; me dijo que no me diría en donde está porque ella no le daría los restos del niño a su asesino; yo me congelé y temblaba por dentro, ¿cómo se atreve a decir eso? Maldita bastarda, yo jamás le haría daño a mi hijo, soy incapaz de cometer una atrocidad como esa, ademas me culpaba de tantas cosas aberrantes que a mí jamás se me ocurrirían y que nunca he hecho, lo peor de todo es que el sujeto que la acompañaba estaba escuchando todo, no quería testigos por todo lo que decía y me amenazó con meterme a la cárcel por las "porquerías" que hice, le contesté que estaba loca, tomé la caja y me fuí a mi casa.

Estoy triste, decepcionado, enojado, estresado; ahora mismo tengo todas las emociones revueltas hasta quiero vomitar, ¿qué tanto daño quieren hacerme? No me merezco todo este sufrimiento; todo fue una mentira, una farsa a pesar de todo se siguen burlando de mí, les encanta hacerme daño como si de un pasatiempo se tratara, malditos sean.

Me quedé dormido después de llegar pero desperté en la sala, cosa que es extraña porque recuerdo que yo me había dormido en la habitación, creo que Muck usó mi cuerpo, iré a bañarme y volveré a descansar, tengo migraña por todo esto, aveces quisi...
La policía está enfrente de mi casa.

Escóndete.

No haré eso.

Nos estás condenando.

Están tocando...