LA SOMBRA DE MIS PECADOS

CAPÍTULO 10: NUNCA ME DEJES CAER

                                                        24/04/1975

No pegué los ojos en toda la noche, me la pasé organizando mi mente por lo ocurrido de ayer; tengo un sabor de boca agridulce por ese momento, e intentando descifrar que me quiso decir mi hijo cuando lo escuché llorar, talvez no quería que siguiera con mi juego pero estaba tan fascinado que no pude detenerme, cuando le arrancaba la carne a ese chiquillo sentía un placer indescriptible, Mukh definitivamente ha tenido la capacidad de encontrar la respuesta correcta para hallar cierta tranquilidad en mí y por eso le debo mucho, estoy en deuda con él.

El muchachito que quedó vivo lo tengo en la mira; es una basura de ser humano por como se comportó ayer, no cabe duda que la maldad se ve hasta en quién menos crees, en este caso un niño, piensa que va a quedar inmune de todo lo que pueda hacer, pero no me conoce, puedo torturarlo y ser realmente una pesadilla para él. Hablando de pesadillas, tube una muy rara la otra noche en la cuál yo estaba como en un cubo oscuro, sin ningún indicio de luz, pero la pared de enfrente tenía una apertura en el lado del suelo, era fácil deducir que se trataba de una salida, pero antes de que yo me moviera bajó una mano que se lograba apreciar por la luz del otro lado de la pared; solo bastó un parpadeo para que yo cambiara de lugar, cuando abrí los ojos estaba en el suelo debajo de la pared en aquella salida, solo era cuestión de arrastrarme como vil serpiente y salir pero no podía mover mi cuerpo, estaba como congelado; miré hacia abajo y habían mosaicos con tonos de azul diferentes con símbolos que no he logrado reconocer y de pronto ese monstruo apareció a un lado arrastrándose para salir también; tenía ropas negras, su piel era como la de un reptil no necesariamente verde y cubría su cara con una tétrica mascara blanca, parecia una persona... Luego desperté.

Mukh ha estado un poco callado, espero que no esté enojado conmigo... Siento su ausencia, si él ya no está para mí, ¿qué caso tiene seguir con todo esto? Él es el único que me comprende, es un buen amigo aunque no lo pueda ver... Pero... No lo puedo ver... Hay veces que pienso que es obra de mi imaginación pero luego leo lo que me escribió cuando se me presentó y llego a la conclusión de que no puede ser mentira, claro que no.

Tengo ganas de ver a mi hijo otra vez, espero que Mónica no se moleste, le haré una llamada.

No sé, pero cada vez que le aviso a Mónica que iré a su casa a ver a mi hijo no lo piensa dos veces, es como si siempre estuviera dispuesta a aceptarme a su hogar, cosa que es muy extraño de su parte; ese cambio tan brusco, ya no me reclama nada del niño ni me hace llorar, no me humilla y no quiero decir que me recibe con los brazos abiertos, solo quiero dar a entender que por lo menos no me trata mal.

Sé que es una locura lo que estoy a punto de escribir pero... La sigo amando después de todo... A ella la amo, más no sus acciones después del matrimonio, me refiero a antes de eso; ella era dulce, tranquila... Tan enamorada de la vida y de mí por supuesto; hay veces que me pregunto, ¿cómo se pudo enamorar alguien como ella en alguien como yo?
Era tan hermosa, pero la fue consumiendo la amargura y el egoísmo, con el tiempo de tornó fría y agresiva. Todo ese cambio sucedió después del nacimiento de nuestro hijo.

Quisiera regresar el tiempo...
Quisiera ser feliz...

Ya es de noche, me encuentro acostado en el sofá, a pesar de los gritos del sótano de aquel chiquillo siento una gran paz, mi corazón late normalmente por primera vez después de mucho tiempo. Escucho los grillos de afuera al candor del silencio de la noche; sin querer me pierdo viendo fijamente la luz de la luna y la miro a ella... Tan calmada, tan muda, solo ella ha sido testigo de la desnudez de mi alma, es indiscutible que no lo sea.

Son casi las 1:00 am y no sé nada de Mukh; tengo una sensación de abandono de su parte, como si el abandono de los demás no fuera suficiente... No puedo dormir por eso.

Estoy aquí, tranquilo.

¿Por qué haz estado callado todo el día?

Estaba tratando de acomodar mis ideas.

Te noto extraño, ¿estás bien?

Si, tranquilo.

¿En qué tanto pensabas?

En lo que pasó ayer, no creí que te gustara tanto y a decir verdad, me fascinó eso, sentí una excitación cuando te ví.

Me alegra que te guste... Estaba preocupado por ti.

Perdón por hacerte pasar un mal rato, no era mi intención.

En el periódico salió una publicación sobre el parque, los padres tienen todo a su favor para ganar todo el caso, no sé que pasará en el futuro.

Ayer me quedé pensando en una gran idea.

Dime, ¿qué se te ocurrió?

Es una sorpresa que te diré en cuanto nos den el otro empleo.

Tus ideas siempre son geniales, quisiera que se me ocurrieran cosas así.

¿Qué me dices? Si cuando te ví ayer superaste mis espectativas, eras como un animal salvaje jugando con sus presas, con una actitud tan fría como la de un insecto, pude incluso oler la desesperación de aquellos niños, eres tan fuerte, tan dominante que de hecho me provocaste... Miedo, un miedo adictivo, eres tan especial... Por dentro eres muy cruel y es bueno de que te vallas conociendo.