CAPITULO 1

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Kaoru

La noche ha sido bastante fresca se siente una gran calma en mi doyo; este es el doyo de la familia Kamía Kashin, desde la muerte de mi honrroroso padre el temido Batuzai ha estado intimidando a muchos aquí en Tokio e incluso ha utilizado la sangre inocente de personas, provocando que la gente tema y pague tributos para satisfacer sus necesidades y las  de sus subordinados. Las personas nisiquiera  se atreven a poner un sólo pié en el doyo por temor a que algo les ocurra, no he tenido alumnos desde entonces y siendo sincera no puedo tolerara más esto..

ZUSUKI 

Kaoru se levantó muy molesta tomando su chinai ( espada de madera) con la que solía dar clases en su doyo, se apresuró a la salida de su casa buscando a Batuzai, jurando que sería ella quien pondría fin a su malvado imperio de injusticia.                                                                                           En el camino logró encontrara a nuestro susodicho quien al verle tan molesta y sus fines para mirarlo de ése modo  se echó a reír, Kaoru sintiendo gran rabia por lo ocurrido le atacó en diversas ocasiones sin un resultado que pareciese efectivo, no obstante su último ataque es esquivado con tanta facilidad dando tiempo para que Batuzai empuñara su espada y le hiriese el hombro. Kaoru al ver tanta sangre correr por su brazo cae al suelo soltando su chinai, justamente cuando Batuzai estaba decidido a matar a aquella muchacha un mendigo salta ala escena cogiendo ala señorita Kaoru en brazos y llevandosela del lugar ...

Entre tantos árboles era casi imposible alcanzar al mendigo puesto que éste era muy hábil y escurridizo. Logrando llegar a un puente Batuzai los perdió por completo. - Maldita sea- maldigo sujetando firmemente su espada - Cuando os pille os aré pagar. 

Kaoru

- ¡Esa, esa es mi casa! -  Exclamé repentínamente señalando el doyo 

- Sujétate fuerte, voy a entrar por el tejado del muro de enfrente

- ¿Qué, pero cómo harás semejante co...?- no había terminado mi frase cuando aquel mendigo sujetó firmemente mi cadera y pegó unos cuantos pasos para sujetarse del muro y subir hasta el tejado, me agarré de su cuello y undí mi cabeza en su pecho, ciertamente estaba muy alto, pude percatarme que aun que se trataba de un mendigo no olía mal a pesar de que sus ropas estaban un tanto deterioradas no estaban sucias. De pronto saltó de présto provocando que mi piel de erizara me aferré  todavía más a su torso asiendo que este pujara al caer, quizá por mi pesor ya que me llevaba en brazos como un bebé.

- G-Gracias- dije una ves pude recuperar un poco de la cordura que no tenía en ése momento

-Descuida pero... has de poner más cuidado a ésa herida 

-Si -dije asintiendo y quedándome muda ante aquel hombre, alcé mi vista para encontrarme con aquella mirada tan profunda de ojos azules tan inmensos como el mar, me sentía tan pequeña ante aquella mirada, su rostro demostró una gran sonrisa la cual dejó muy en claro unos hoyuelos en sus mejías y una cicatriz en forma de equis en su mejía izquierda, a pesar de todo me sentía tan impotente ante la mirada tan azul de aquel mendigo se había procreado un silencio tan cómodo que me quedé observando cada facción de su rostro, era de admitir que para ser un mendigo era bastante atractivo...

- Bueno- dijo despertándome de mi pequeña burbuja, rompiendo el silencio entre nosotros- será mejor que me baya, con permiso señorita...

Dió una pequeña reverencia y luego se dio la vuelta para salir fuera de portón en el jardín, me sentía tan miserable al no poder hacer otra cosa mas que solo agradecer por lo ocurrido un vez anterior.

- Espera!!! - intenté que mi voz saliera firme sin embargo lo grite casi en un susurro- almenos... dime tu nombre.-estaba teniendo un ataque de nervios no quería llamar la atención y sonrojarme de la nada, pero ya era demasiado tarde

-Kenshin - dijo con una sonrisa muy grande que de alguna manera amortiguó que cayese al suelo en un ataque de nervios- Minombre es Kenshin, Kenshin Himura...




Decidí limpiar el doyo mientras aún iluminaban algunos rallos del sol. llené unos cantaros de agua y quemé en incienso antes de comer como de costumbre lo hacia honrando a mi padre, aveses suelo sentirme más sola de lo avitual e incluso no suelo cenar muy a menudo.

El viento sopló alejando unos mechones de cabello rebeldes que posaban en mi rostro, mi padre siempre me demostró que la espada se usa para proteger a los mas débiles y manteren una sana disiplina ante ello ése siempre fue el corazón de el estilo de lucha Kamía Kashin,y el que mi padre siempre me demostró.[...] 



HOLIIIIIWIIISS!!!!, esta historia en escrita por Nelly (osea yo ), de igual manera espero que les guste y me apoyen, trataré la manera de tocar sus sorazoncitos y hacer que la historia sea de su agrado. Muchísimas gracias por leer y su atención :)


Kenshin, un origen para un comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora