Diario

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– ¡Sensei!, saldré un momento pero traeré la cena.

– Si¡¡– fue su respuesta pues andaba en la sala mirando que manga leer. Vaya, todos se los había leído y repetido más de tres veces, debía ahorrar para comprar mangas nuevos. Vaya suerte la suya, estaba aburrido y justamente Genos se había salido a quién sabe dónde, su aburrición no podía ser más.

Prendió la TV y luego de darle tres veces vuelta a todos los canales, desistió. Fue por la laptop de su alumno pero recordó que estaba en mantenimiento porque le había dañado unas teclas al no controlar su fuerza.

– Me voy a morir pero de aburrimiento, que muerte tan patética- susurró tumbado en el cuarto, pero desde su posición pudo notar la libreta de Genos– bueno, al no tener nada más– dijo con desgano mientras se levantaba y la tomaba.

Le dio una ojeada superficial, al parecer habían muchas hojas escritas, casi toda la libreta estaba llena. Vaya que Genos se tomaba muy enserio su papel investigativo, en las primeras hojas detallaba claramente lo que hacía en su rutina diaria.

– Sensei se levanta, bosteza, desayuna, juega, almuerza, toma una siesta, cena y duerme– leyó en voz alta– carajo, realmente soy aburridor– expresó mientras pasaba las hojas, pero a medida que pasaba, las reflexiones anotadas cambiaban, llamando su atención.

"Día 241

Siempre admiramos lo que realmente no entendemos, es la frase de Blaise Pascal y concuerdo con él. Admiro al sensei por su fuerza, valor, destreza y sentido de la justicia y aun así, compartiendo con él, hay muchas cosas que no entiendo y no comprendo de él. ¿Cuál es el secreto de su fuerza? Realmente esa tarea la he dejado de lado, por la simple razón de que creo que no existe tal secreto... Sensei es fuerte, por su voluntad... es mi conclusión."

– Mmm... ¿ soy fuerte por mi voluntad?, es una buena conclusión– sonrió Saitama para seguir leyendo.

"Día 250

El secreto de la felicidad es admirar sin desear, pensaba Carl Sandburg; no obstante, Carl nunca llegó a conocer a sensei. ¿ Será que me siento desdichado porque mi admiración se está transformando en deseo?, ¿ puede ser eso posible?, intento negarlo una y otra vez cada día, empero, cada vez que lo veo combatir, que lo escucho reflexionar, que veo su camino de héroe, lo admiro y lo deseo, deseo seguir compartiendo este caminar aunque esté detrás. Espero que nunca llegue el día en que no pueda contener este sentimiento y me desborde."

– ¡¿ Whats?!– exclamó con sorpresa– ¿qué Genos qué?, ¿lo deseaba?, no... no podía ser, aquel joven que tenía la convicción de ser más fuerte y por eso lo acompañaba, ¿lo amaba?– tragó grueso, se sentía acalorado pero no podía asegurar aquel pensamiento, por lo cual, continuó con la lectura.

"Día 280

Amar es admirar con el corazón; admirar es amar con la mente, dice Theophile Gautier. Si tuviera a Theophile le preguntaría por mi caso, ¿y si admiro y amo con mi mente?, no tengo un corazón humano, pero gracias a sensei, siento como si lo tuviera. El me devolvió sentimientos como la compasión, la amistad, la justicia y lo más importante, la esperanza... ¿cómo no amar y admirar a quién te salva la vida más de dos veces?, parece un hecho destinado... ¿sensei lo vería así?, ¿ me odiaría?, ¿ me alejaría de su lado?... cada una de estas incógnitas me contienen, espero que lo sigan haciendo y espero no volverme loco en el camino."

Confirmado, su estudiante estaba perdidamente enamorado y él de lo más ajeno ante este acontecimiento. No podía odiar a Genos por eso, pero tampoco sentía que las cosas entre ambos fueran a ser las mismas al saber esta información.

CotidianidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora