Oportunidad

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— ¿Un angel? — Pregunto Norman — ¿Estas seguro que fue uno de ellos?

— ¿De quién más podrían ser unas plumas como estas? — Ray aun tenía las plumas en su mano mientras se las enseñaba a sus amigos.

Norman tomó una de ellas y la miró con detenimiento, Ray tenía razón, esas plumas no podían ser de algún ave eran demasiado grandes.

Emma por su lado se mantenía pensando ¿por qué su hermana había salvado a Ray? ¿significaba que ella había estado rondando cerca al pueblo humano? Acaso ¿ya había notado su ausencia?... Espera ¿Cómo qué ____ había salvado a Ray? pensó confundida.

Todo este tiempo Emma pensaba que su hermana odiaba a los humanos, asi como todo su clan, por lo que el hecho de que haya salvado a aquel chico no cuadraba en su mente.

— pero... ¿por qué? — pregunto Norman — ¿por qué un ángel te salvaría? Se supone que ellos son-

— Monstruos sin corazón — completo Emma, algo apenada.

En el tiempo que había conocido a Ray y Norman había aprendido mucho acerca de cómo los humanos veían a su especie, al inicio aquello la entristeció pero entendió que los rumores que habían sobre ellos había dejado ese concepto de los suyos en las personas, después de todo a ojos de su clan los humanos eran los monstruos y en ese tiempo ella pudo notar que no todo era como se lo habían contado.

— No tengo la mínima idea y preguntarle a uno tampoco es una opción, supongo que el que vi ya debe estar muy lejos de aquí.

— O en el bosque — dijo Norman.

— Peor aún, no quiero morir deborado por angeles — dijo Ray mientras guardaba las plumas.

Emma comenzó a reír disimuladamente, le daba bastante gracia que los humanos pensaran que ellos comían humanos, cuando los suyos a duras penas comían pescado — Tal vez, simplemente, no son tan malos como creemos.

— No seas tan ingenua antena, nunca debes confiar en un ángel — dijo Ray.

— Pero uno acaba de salvarte...

— y no sabemos por qué lo hizo o si tenía otras intenciones...

— Ray tiene razón Emma, los angeles son peligrosos.

La joven suspiro — Si ustedes lo dicen.

—Iré a cambiarme, no quiero andar mojado por el pueblo. Además tengo que entregarle esto a mi mamá — dijo mientras sostenía una cubeta con varias truchas en el interior.

— ¿Hoy preparas tu la comida? — pregunto Emma con emoción, para la pelinaranja a diferencia de lo que estaba acostumbrada a comer en su hogar, la comida humana le parecía una maravilla. Los sabores, texturas y aromas de la comida humana había fascinado a la joven.

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El Ángel De Mis Sueños - Ray X Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora