𝕰𝖈𝖑𝖎𝖕𝖘𝖊 𝕹𝖊𝖌𝖗𝖔

Capítulo 9

Cristales.

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La ferocidad de los cosmos de ambos hombres eran tan abrumadora, que la mujer débil que se encontraba tirada a los pies de Dino comenzó a asfixiarse en la energía de ambos, lo cuales no dejaban de verse con ferocidad en ningún instante.
En un parpadeo Dino ya se encontraba atrás de Ikki levantando su alabarda para intentar darle un corte en diagonal a su espalda haciendo que Ikki en defensa se diese la vuelta y saliera en volteretas de gato hacia atrás evitando el ataque enemigo, comenzó a cargar la energía en sus puños y musitó.

Ikki: AVE FÉNIX, ¡VUELA!

Tiró su puño hacia adelante en un torrente de ráfaga ardiente hacia su oponente por el frente esperando que esté se quemará con su poderoso fuego, más Ikki sabía que eso no sería suficiente para derrotarlo y lo confirmo una vez pasado el humo de su ataque, Dino volvió a aparecer esta vez en su costado intentando darle un tajo en su abdomen lo cual hizo rasgar su ropa en un intento por defenderse. Ikki volvió a retroceder para volver a una pose de defensa.

Dino: Eres fuerte caballero pero veamos si esto puede contigo.

Posicionó su lanza a modo de la cuchilla quedará hacia arriba y cerrando sus ojos concentró el poder de su cosmos en ellos, Ikki aprecio como miles de estrellas oscuras diminutas se arremolinaba sobre sus ojos como si fuera una especie de agujero negro absorbiendo la energía a su alrededor, Dino sonrió con diversión.

Dino: ¡DESTELLO DE LUZ OSCURO!

Abrió sus párpados para dar paso a un fuerte destello cegador a su alrededor, dejando ciego a Ikki temporalmente debido a la variación de rayos de luz que aturdieron su cerebro al recibirlo de lleno, el peli-azul caminaba tambaleante sin poder distinguir ninguna cosa más que los borrosos colores de la noche, de un momento a otro sintió el aire faltarle y el como su cabeza chocó duramente contra una de las paredes de aquella villa, sin aire y desorientado buscaba sin éxito alguno ponerse de pie y seguir batallando.

Dino: Me sorprende tu fuerza de voluntad caballero, muchos ya habrán renunciado a su vida después de esa técnica y ese golpe pero tú... Eres otro nivel.

Dijo maravillado cual niño pequeño que le ofrecen un dulce, en su diversión se acercó con una gran sonrisa en el rostro con la falsa gentileza plasmada en ella hacía Ikki para clavarle la lanza en su hombro izquierdo, haciendo soltar al peli-azul un agudo grito del dolor por la profundidad arremetida, un grito que sin duda era música para los oídos del teniente.

Dino: ¡Ah! La hermosa melodía de la agonía humana es tan satisfactoria, quién podría creer que el alma de una caballero podría sonar así... Caballero Fénix, eres una obra. —Musitó tomando su mentón.—

Ikki: Estás enfermo.

A pesar de no lograr ver nada de su entorno, la mirada de rencor de Ikki se hacía presente en su escultural rostro el cual era adornado por la sangre cayendo de su boca mezclada con el sudor y la saliva, Dino se molestó se sobremanera al ver la expresión tan transparente en el rostro de Ikki, odiaba a los humanos, los odiaba mucho pero lo que más odiaba es verlos ser tan transparentes con sus emociones, eso simplemente le daba repulsión, apuñaló aún más el arma enterrada en el hombro de Ikki llegando atravesar toda su carne hasta oír el crujir de sus huesos los cuales molía el círculos haciendo la hemorragia de su hombro más severa.